caer no es rendirse

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Cuando caigas
hacelo con fuerza.
Aplastá todo.
Que a tu paso
no quede nada sin destruir.
Que arrases como
un huracán despiadado
sin corazón con el cual
latir.
Y lleves tu dolor
hacia el horizonte,
liberándote
al fin.
Y los gritos que callaste,
que te quemen la garganta
y el fuego lo demás.
Y cuando te quiebres,
con tus rodillas en el suelo
y ya no puedas más,
que te limpies de todo
y lo dejes bien atrás.

Y que ahora, desnuda
como recién nacida,
encuentres los pedazos
para armar de nuevo vida.
Que en tus grietas secas
crezcan flores de verdad
y las ates en tu pelo
para ver con claridad.

DesagotandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora