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-Wow Charles, si no fuera por la pelusilla que te tengo hasta te abrazaría.

-Wow, Jasmine y si no fuera por lo amargada que estás la mayoría del tiempo te pediría salir-Acabé roja como un tomate-.

-Chicos, ¿queréis dejar vuestra atracción sexual de lado solo un segundo y centraros en lo importante? ¡mi novia está en juego! Charles me ha gustado mucho tu idea, sigue explicando.-Soltó James. Todos se empezaron a reír, menos Charles y yo-.

-Vale, la cosa es así. Vamos nosotros cinco a Helsinki, y vosotros cuatro ingresáis como si fuéseis nuevos estudiantes, yo no podré porque todos me conocen como el sobrino de la directora y sería muy sospechoso dado a mi historial. Voy a hablarlo todo con mi tía, por suerte ella siempre ha sido como una hermana y sé que estaría dispuesta para ayudarme en todo. Entonces, vamos a donde Blair, denunciamos a su madre Candice, ya que obviamente nos ayudará mi tía y le quitarán la custodia para que se vuelva aquí con nosotros.

-Si, muy bien Charles, pero se te escapa un detalle. ¿De dónde sacamos nosotros el dinero para ir allí?-Preguntó Alice-.

-De eso no te preocupes Alice, el internado Shystomb cuenta con aviones que te llevan directo si eres de otro país que va allí, así que siendo mi tía la que maneja todo eso podríamos ir hasta gratis durante más de tres días. Así que chicos, ir preparando la maleta que nos vamos a semana que viene.

-Eres un ídolo Charles, menudo genio estás hecho. No podríamos hacer esto sin tí-Le decían todos-.

-Chicos, no es para tanto, dejad de pelotear anda-Dije yo, echándole una mirada asesina-.

-Guapa deja la envidia que te van a salir arrugas de tanto fruncir el ceño. Ya llegará tu momento de gloria-Me soltó Charles-.

-Lo único de lo que podría envidiarte es de lo feliz que eres a pesar de tener esa cabeza hueca, panoli.

Como ya era tarde, decidimos todos irnos a casa porque ya estábamos cansados, y aproveché de que ese día me quedaba a dormir​ en casa de mi tía para ir con Charles. En el fondo sentía la necesidad de agradecerle por la brillante idea y de hacer una tregua con él, a fin de cuentas lo hacía por mis amigos. Charles se me puso al lado, y había un gran silencio entre los dos, hasta que...

-Gracias...

-¿Cómo dices?

-No me hagas repetirlo Charles.

-¿Qué dices? No te oigo.

-¡He dicho que gracias por habernos ayudado!

-No me las tienes que dar, no lo he hecho por ti, lo hago por un amigo.-Me contestó Charles entre carcajadas-A parte, yo ya estoy acostumbrado en ayudarte sin haberlo intencionado-.

-Mira, he estado pensándolo bien y creo que deberíamos de hacer una tregua entre nosotros dos, llevarnos bien por lo menos hasta que Blair vuelva con nosotros. Aunque me fastidia decirlo, Charles, ¿te gustaría que fuéramos amigos temporales?

-Me encantaría. Sabía que no serías tan tonta como para no pensar en tu amiga. Muy bien Jazzy, acepto.

-Si vamos a ser amigos, me gustaría que evites esos comentarios Charles. Llevabas tiempo sin llamarme Jazzy...

-Te encanta que te llame Jazzy, lo sé, lo sabes, lo sabemos.

MIentras nos reíamos por esa tontería, nos quedamos en silencio durante un minuto, mientras nos mirábamos a los ojos, joder, el bus tardaba en llegar. Pero me daba igual, no paraba de fijarme en sus ojos verdes tan grandes, me perdía en su mirada. Hasta que en un momento, empezó a acercarse cada vez más y más, hasta casi llegar a rozar su nariz con la mía. Cerró sus ojos, sus preciosos ojos, cerré los míos y cuando casi sentía cómo tocaban sus labios con los míos, el autobús paró. Llegamos a nuestro destino. Ambos nos dimos cuenta, nosotros y todos los que estaban en el bus, del grito que pegué. Se me fue la olla pero enormemente. El pobre Charles se asustó creo que más que yo.

Nos bajamos del bus y estábamos los dos cortados sin saber que decir, hasta que yo llegué a mi casa y él a la suya. Nos despedimos con un simple hasta mañana sin siquiera mirarnos a los ojos. Al irme a la cama, me puse a ver una serie y no me dormí hasta la una de la mañana, no paraba de pensar en Charles, joder, qué asco.

Al día siguiente, tuve examen de física, y no había estudiado nada. Pero no me preocupaba mucho, física era de las asignaturas que mejor se me daban, y efectivamente hice el examen genial. En el recreo, Liam nos dijo que no le dejaban ir a Helsinky, y eso suponía un problema para nosotros porque necesitábamos ir cinco o nadie, así lo planeamos. Hasta que se me ocurrió la idea de decirle a Harry que viniese con nosotros, no sabía si a Charles le agradaría la idea, pero no había más, dudaba rotundamente que Ryan quisiera ir con nosotros a Helsinky.

-Podríamos llevar a Jenny.-Soltó Alice-.

-Sí, podríamos, pero ¿Querría ella?

-Seguramente.

-Vale, pero yo no me arriesgo, le preguntáis vosotros.

Dirigiéndome a clase, Harry se me acercó y me abrazó, y yo, con mis reflejos de lince, cogí y le di un codazo en todo el abdomen. En el fondo estaba Charles, partiéndose el culo de Harry, se nos acercó.

-Muy bien hecho Jas, aplástalo como a un bicho.

-Muy gracioso Charles, pero el único bicho que hay eres tú. Así que déjame con Harry.

-Chica de verdad, a veces eres la persona más amargada y refunfuñona que existe.

-Siento que hayas tenido que escuchar esto Harry, mejor vámonos a clase que llegamos tarde. Adios Charles.

-Adios Jasmine.

Mientras nos dirigíamos a clase, tuve que volver a mi taquilla, donde me encontré con una nota. Al leerla, me sentí tan mareada, helada y con ganas de que me tragase la tierra, que tuve que volver a clase pitando. No me lo podía creer.

Mi Gran ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora