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Un día, cogí una mochila, metí ropa y dinero en ella, y me largué. Lo hice sin pensar en nada ni en nadie, hice lo que me apetecía en ese momento, escaparme. Con 400 dólares y tres mudas de ropa en la mochila aprovechando que mis padres estaban trabajando, me fui. Pero antes de irme, les escribí una nota:

"Queridos padres, me voy de aquí, necesito relajarme, necesito desconectar, aclarar mis ideas, necesito ser libre durante un tiempo. Sólo serán unos días, hasta que me encuentre mejor y me sienta con fuerzas de seguir, estoy mal emocionalmente. No me busquéis, estaré bien. Os quiere, Jasmine."

Evidentemente, ellos no sabían nada de lo mal que lo estaba pasando, no tenían tiempo de preocuparse por mí de tanto trabajo que tenían, y no los culpo.

Así que cogí el primer autobús que vi, y me fui. Yo hacía locuras, pero no acostumbraba a hacer locuras tan grandes como esta, me iban a matar. Tenía miedo, tenía mucho miedo, pero por dentro me sentí viva, me sentí libre, supe que no me arrepentiría de haber hecho esa locura, porque veía que esa atracción que me tenía tan abajo subía un poco. Me pasé todo el viaje con la música a tope y pensando en mis padres, sólo en mis padres, estuve preocupada por ellos. De repente, recibí una llamada, era mi padre, no tenía agallas para cogerle, sabía que había hecho una locura muy grande, así que colgué con el dedo temblando.

Llegué a mi destino, a Springfield, era un sitio que me gustaba mucho. Era un sitio al que siempre he querido ir desde que nací, y al fin estaba ahí, yo sola. Me fui a un hotel no muy caro, pues no llevaba tanto dinero y tampoco sabía cuánto tiempo me iba a quedar, pero lo suficiente para que me sintiera cómoda. El hotel era muy acogedor.

Empecé a vivir otra etapa, era lo que necesitaba. Desde ese momento en el que cogí ese autobús sabía que mi vida iba a cambiar por completo, iba a ser otra yo. Estuve llena de miedo, de adrenalina y con ganas de conocer más. Sin duda alguna, por una vez me sentí viva, por una vez me sentí libre, por una vez estaba naciendo una nueva Jasmine Waldorf llena de energía. La atracción seguía subiendo. Mis ganas de seguir también.

Mi Gran ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora