En la agencia siempre se escuchaba el bullicio de la gente, entrando, saliendo, trabajando, el sonido de los papeles de aquí a allá o las quejas de Ranpo anunciando al aire —Porque no solían hacerle caso— que estaba aburrido. Pero hoy ¡Justamente hoy! Solo podía escuchar el sonido de las agujas del reloj, que avanzaban cada vez más rápido y dejaban que el nivel de estrés de Atsushi alcanzase limites desorbitados.
—¿Estás seguro de que ese chico vendrá?
La pregunta de Kunikida estaba poniéndole aún más nervioso.
—¡Vendrá! —Afirmó muy seguro.
Ranpo soltó una fuerte carcajada, aunque Atsushi quería parecer seguro de su palabra no podía permanecer sentado, estaba de los nervios, le había pedido a Akutagawa que trajese a Nakahara-san por la mañana, pero la mañana se estaba acabando y este no aparecía.
La puerta de la sala donde habían dejado a Dazai se abrió, de ella salió Yosano con la bandeja de comida que le habían preparado al pequeño, pero esta no había sido tocada.
—No quiere comer nada.
Atsushi se mordió la última uña que le quedaba ¡No podía permitir que no comiese! Eso sí que no lo toleraba, si no quería comer por miedo, Chuya tendría que ser quien le hiciese comer Y SI NO APARECIA EN LOS PRÓXIMOS DIEZ MINUTOS, ¡ÉL MISMO SALDRÍA A BUSCARLO, LE QUITARÍA EL ESTÚPIDO GORRO, LE COGERÍA DEL PELO Y LO ARRASTRARÍA HASTA LA AGENCIA!
—Tal vez no se fía de que podamos envenenarle —Sugirió Ranpo— ¿Por qué no bajas a la tienda y le traes algún dulce? y a mi otros cuantos —Añadió con descaro.
Atsushi no dijo nada, estaba tan enfadado que simplemente se limitó a obedecer, dando zancadas llegó hasta la puerta, la abrió de golpe asustando al hombre con sombrero que ya había alzado su mano para llamar a la puerta. Atsushi se fijó en que el entrecejo del chico se frunció de pronto y en ese momento el valor que había obtenido para amenazarle mentalmente desapareció del mismo modo que se desinfla un globo cuando lo sueltas sin haberle hecho un nudo.
Se apartó de la puerta dejando paso al mafioso y vislumbro que a pesar de su estatura y de que se encontraba en territorio enemigo no parecía estar asustado como él estaría si fuese el caso contrario.
Ninguno supo cómo reaccionar hasta que el líder, al que Naomi no tardó en avisar, apareció en la sala.
—¿Eres Nakahara Chuya?
—Sí —De su bolsillo sacó el lápiz de memoria que Akutagawa le entregó en mitad de la noche.
—¿Estás dispuesto a ayudarnos?
—Quiero verle —Exigió—. No tendré piedad si esto es una de sus estúpidas bromas y os ha hecho participes.
Algunos se miraron entre sí, pensando en cómo podría él creer que todos participarían en una broma con Dazai, pero Atsushi, en cambio, le comprendió, después de tantos años siendo compañeros, viendo como Dazai suprimía un poder tras otro...sí, comprendía las dudas que se ocultaban detrás del rostro imperturbable del mafioso.
Kyouka abrió la puerta de la pequeña habitación.
—Dazai-san, Nakahara-san ha venido a verle.
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Chibizai
FanfictionSin comprender como ha sucedido Dazai ha sido transformado en un niño, mientras sus compañeros tratan de averiguar como arreglar el problema, Chuya, la única persona con la que el niño quiere estar tendrá que cuidar de él. Preciosa portada hecha p...