Un nuevo mañana.

Cinco años después.

El ministro entró a su casa suspirando profundamente mientras caminaba a su habitación oyendo un extraño silencio recorrer hasta el más recóndito rincón del hogar. Frunció el ceño confundido y, antes de entrar a su habitación, entró a la de su hija mayor.

-Delphini -llamó con cuidado viendo como ella y su hijo James leían un libro acostados en la cama de la mayor-, ¿por qué toda la casa está en silencio?

La muchacha sonrió y bajó su libro para ver a su padre.

-Tom se fue a San Mungo para hacer sus practicas -el ojiazul sonrió orgulloso de su hijo que, tal parecía, crecía muy rápido-, Albus está en la casa de los Malfoy con Scorpius, Lily está en su habitación estudiando para su próximo año en Hogwarts...

-Eso no está respondiendo mi pregunta, usualmente parece una guardería cuando llego del trabajo...

-Papá está dormido con Reg, se ven tan lindos que nadie quiere molestarlos...

El mayor sonrió con cariño y se despidió con la mano de su hija para luego dirigirse a su habitación, entrando con sigilo y admirando la imagen que la vida decidió pintarle frente a sus ojos. Su esposo y su pequeño hijo, Remus Regulus de sólo dos años, se encontraban dormidos profundamente mientras que los brazos del azabache acorralaban al infante cerca de él, como si lo protegiera de todo el mal del mundo.

De un momento a otro, ojos verdes lo miraron con inocencia, antes de reír y alargar sus pequeños brazos hacia él para que le cargara, cosa que hizo en cuestión de segundos.

-Oh, Tom -murmuró el su esposo adormilado-, ya llegaste.

El nombrado sonrió y asintió mientras le picaba con delicadeza la nariz a su hijo, haciéndolo reír.

-¡Bienvenido! -murmuró con alegría, pero aún así se notaba que estaba más dormido que despierto- ¿Cómo te fue hoy?

-Bien, al fin los estúpidos hicieron algo bien -gruñó jugando con la mano de su hijo mientras se sentaba en la cama, a un lado de su pareja.

-No digas groserías frente a Reg -regañó Harry-. No quiero que termine siendo grosero como su padre.

-¿Cómo yo? -preguntó con ironía- ¿Y qué hay de ti?

-Yo he dejado de decir groserías cuando está alguno de ellos frente mío...

-El otro día le dijiste "estúpido infeliz" a Tom -protestó.

-¡Me asustó! ¡Se lo merecía!

-¿Y la vez que le dijiste a James imbécil?

-Ésa no fue mi culpa, él me preguntó cuál prefería: Idiota o imbécil...

-¿Cuándo le dijiste a Derek "hijo de puta" en el cumpleaños de Lily?

-¡Ya! ¡Sólo han sido pocas veces!

-¡Pocas veces que no las dices!

-¡No es cierto! ¡Yo ya no las digo!

-¡Cada frase que dices contiene una!

-¡Nagini, Tom me está molestando!

-¡Humano ingrato! -se oyó la voz de la serpiente después del grito histérico de la pequeña Lily- ¡Aléjate de mi cría!

-¡Oh, no! ¡De ésta no te salvas! -murmuró cerrando la puerta en la cara de la reptil.

-¡Desgracia...!

-¡Ya llegué! -el grito llegó a la habitación desde el comedor-... ¿No hay comida?

-¡Maldi...! -el ministro le mandó una sonrisa a su esposo- ¡Hechizos! -corrigió- ¿Qué hora es?