Capítulo 13. Mensaje escrito con sangre.

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Después de lo que supuse que sería una eternidad, sonó el timbre, me dirigí lenta y cuidadosamente hacia la puerta y miré por el pequeño lente, era Josua, Oscar y Roxelle. Les abrí la puerta.

¿Roxelle estaba en Pensilvania?.

No me detuve a conseguir más detalles, la situación de los strigois era más fundamental.

--¿Acaso pensaste que vendría solo? --dijo Josua entre risas.

--See, estás loco pero no pendejo --susurré.

Nos sentamos en el comedor, les conté todo lo ocurrido.

--Este es el plan --propuso Roxelle una vez que acabé de contar la versión de la historia --Dormiremos de día y nos mantendremos despiertos en la noche... y también podriamos evitar toda salida posible hacia el exterior.

La idea de Roxelle me pareció perfecta, pues en el día no habia muchas posibilidades de que atacase un strigoi.

--Me parece bien, pero, no crees que deberiamos conseguir otros 4 ó 5 guardianes más --le dije a Josua, él lo considero unos segundos.

--Trataré de conseguir más, pues la mayoria están en servicio y los demás están en práctica... aún así, cuento con muchos contactos.

Asentí.

Esa noche Roxelle, Josua, Oscar y yo nos mantuvimos alertas, eran alrededor de las 5:00 am, cuando decidimos que era hora segura, Roxelle se quedó a dormir en el cuarto que era adicional y Josua y Oscar en la sala, me dirigí a mi habitación y me dormí un poco, pues era demasiado difícil intentar dormir en el día, después de 3 horas fallidas sin poder conciliar el sueño, decidí finalmente darme una ducha con agua caliente.

Me dirigí al cuarto de baño y entré al agua, tenía moretones y rasguños en mi espalda, brazos y piernas y también unos cuantos en mis rodillas y manos, que habian sido ocasionados por la pelea de la noche anterior. Que va, ¡tenía todo el cuerpo mallugado!.

Me vestí con ropa cómoda y desenrede mi cabello, cuando decidí salir a tomar un poco de sol hacia la piscina me encontré con Sarah, ella acababa de salir de su habitación, al parecer tampoco podia dormir en el día.

--Hola, em, ¿has visto a Luna? --me preguntó.

--No, ahora que lo dices no lo he visto desde anoche... creí que estaría contigo --le dije mientras miraba su cara angustiada--. Tranquila Sarah, seguramente estará en la sala molestando a Oscar.

--Tienes razón --ella sonrió un poco más calmada.

--Iré a tomar un poco de sol hacia la piscina... ¿vienes? --ella dudó, pero al final asintió.

--Creo que no me vendría mal un poco de aire.

Cuando estábamos por llegar hacia la piscina, mi olfato de dhampir notó un desagradable olor: metal y sal, Sarah también lo notó.

Inspeccioné el lugar con la mirada, en la pared que estaba justo al frente de nosotras, había un mensaje escrito con sangre, la sangre ya estaba seca, pero aún emanaba el olor a metal y sal, lo leí, era corto pero lo decia todo:

"MORIRÁN".

Sarah soltó un grito cuando su mirada se fijó en su gatito que yacia en el suelo con letales heridas en su cuello. Era gritesco el modo en que su mascota había sido masacrado, casí juré que se podía ver parte de sus huesos.

--¡Esta muerto! --sollozó Sarah. En eso entrarón como locos Josua, Oscar y Roxelle.

--¿Ocurre al...

Princesa Dhampir. Razas De Sangre. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora