Capítulo 14. Un Intruso en el Apartamento.

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En frente de mí, justo a unos cuantos pasos de distancia, estaba una persona, no sabría decir si era strigoi, dhampir o humano, pues estaba de espaldas, era alto y podía jurar que tenía los músculos de Superman, aún oculto por su chamarra de piel color negro, botas negras y vaqueros negros, él se camuflaba perfectamente en la noche.

Fuera strigoi o dhampir, sexy o no, me arrojé sobre el intruso, él se tenso un poco, sorprendido por mi ataque, como dije antes él si que tenia músculos de Superman y una gran fuerza, pues fue lo suficientemente fuerte para soltarme y arrojarme al suelo, me levanté y desesperadamente traté de golpearlo en la cara, pero él esquivo mis golpes habilmente, aún en la oscuridad podía notar que su cabello era semilargo, pues le cubría un poco su cara por lo que no podia ver sus facciones, búsque una estrategia y lo golpeé en el abdomen con mi rodilla, el se dobló un poco y aproveché para atinarle un puñetazo en el hombro, y... fue demasiado tarde, él sujetó mi puño y me acorraló contra la pared, logrando bloquearme con su cuerpo mientras tomaba mi otro puño para sujetarlos a ambos por encima de mi cabeza.

--¿Qué buscas? --pregunté mientras trataba de zafarme, era inútil, él era fuerte--. ¿Acaso quieres matarme? --mi voz sonó desafiante.

--¿No crees que si te quisiera haber matado ya lo habria hecho?.

El tipo que me tenía inmovilizada, tenía una voz músical endemoniadamente sexy. Casi tuve que concentrarme al máximo en descubrir quién era él y no empezar a babear por su bella voz.

--¿Quién demonios eres? --pregunté finalmente, ahora mi voz sonaba aturdida.

--Prométeme que no te me volverás a lanzar encima --me dijo el sujeto de voz sexy.

--No puedo prometerte nada.

Casi me pregunté a mi misma si sería capaz de volverle a atacar.

Pude ver en la oscuridad que él dudó un poco antes de suavizar el agarre en mis puños, al ver que no ataqué, me soltó por completo.

La noche tenía unas densas nubes por lo que bloqueaba los rayos plateados de la luna llena, aún asi unos cuantos rayos lograrón escaparse justo a tiempo para iluminar tenuemente las facciones de mi atacante incógnito... pero...¡diablos!... él era tan caliente como su voz: una piel delicadamente bronceada, ojos negros que en la luz lunar parecían amatistas, y unos delicados labios que estaban curveados en una sonrisa burlona.

--¿Qué? --logré decir entre mi aturdimiento. Recé mentalmente por no haber estado babeando.

Él no me respondió, solo me miró estudiando mi cara, sus ojos se detuvierón en mis labios.

--Aquí --señaló mis labios. Me toqué las comisuras de mi labio.

--Auch --susurré cuando puse mis dedos en una herida que tenía, al retirarlos pude notar que había un poco de sangre.

--Permíteme --dijo mientras sacaba un trozo de papel de su chamarra para después limpiar generosamente mi herida.

--¿Quién eres? --dije mientras retiraba con mi mano su mano, tan solo con tocar su piel una sensación de electricidad corrió por mi mano, al parecer él también lo sintió, pues retiró su mano al mismo tiempo que yo.

--Soy el guardián Derek Ritters, necesitaban guardianes y yo me ofrecí, pero nunca pensé en mi gran bienvenida.

--Yo lo siento, no sabía que vendrías, escuché ruido y pensé que era algún strigoi --dije un poco apenada.

Después de nuestra breve conversación nos dirigimos hacia dentro, Josua bajó los escalones.

--¡Ritters! --dijo Josua mientras lo saludaba--. Pensé que nunca llegarias.

Princesa Dhampir. Razas De Sangre. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora