Capítulo 15. ¡Upps!, un poco descuidada.

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Parpadeé tratando de despertarme, era como si estuviera en un sueño, solo que no podia despertar. Esto era frustrante.

No tuve más opción que concentrarme en la imagen de Sarah. Ella me miraba, una risita se escapaba de su boca, se le veía alegre.

--¡Jade, lo logré! --dijo Sarah en medio de mi trance, de pronto regresé de golpe a la realidad.

--¡Jadenisse!.

Mi mirada se concentró en Derek, él me tomaba de mis hombros mientras me sacudía levemente.

--¿Estás bien? --me preguntó.

Puse a un lado toda mi confusión y recordé a Sarah.

--¡Sarah no está bien! --dije mientras me incorporaba y corría a toda prisa hasta la habitación de Sarah, escuché a Derek seguirme a trompicones.

Llegué sin aliento hasta su habitación y abrí la puerta bruscamente.

--¿Jade?.

Sarah yacía sentada tranquilamente en el suelo con sus pies cruzados.

--¡Sarah!... ¿Qué?... ¿Qué demonios fue eso?.

Derek solo nos miraba muy confundido, primero a mí, luego a Sarah y así sucesivamente.

--Practicaba el trance... o bueno, no sé como llamarlo --se quedó callada de repente y me miró con sus ojos de zafiro--. Yo, lo siento, por entrar a tu mente, no creí que funcionaría, pero funcionó.

--Sí, y me has sacado un susto de muerte --bromeé cambiando a una mejor postura--. Tenemos ventaja sobre este trance, si estuvieras en peligro, puedes entrar a cualquier mente y así sabriamos donde estás.

--Tienes razón, solo que no sé si funcione en ambas direcciones --agregó pensativa.

--Y hay una desventaja, cuando entras a mi mente, me quedo totalmente paralizada, por lo qué no podemos usar ese trance en medio de una pelea, de lo contrario podría ser comida extra para strigois.

Ella se estremeció.

--Tendré que practicarlo.

--¡Quieren decirme qué demonios esta pasando!, ¡esto está por volverme totalmente loco! --soltó Derek bastante confundido, sus cejas formaban una pequeña linea, al verlo así se me vino a la mente la imagen de la rabieta de un pequeño niño, un pequeño niño muy sexy.

--Expliquémosle --dijo Sarah con una sonrisita.

Después de que le explicamos a Derek la situación del trance, ó como se le pueda llamar, nuestra guardia nocturna había finalizado. Yo me dirigí a mi habitación, a Derek le hicierón un lugar en la sala.

Al día siguiente sonó la alarma, me levanté para dirigirme a por una ducha.

Antes de girar la perilla de la puerta del cuarto de baño, mis sentidos agudizados captarón el calor del vapor de la ducha, imaginé que Sarah terminaba de salir de ducharse y por ello había vapor en el cuarto de baño, así que giré la perilla...  y al hacerlo casi me desmayé.

--¡Derek!.

Él había girado la perilla al mismo tiempo que la había girado yo, y lo peor... o mejor dicho... ¡LO MEJOR!, él llevaba puesto solamente bóxer, en su musculoso pecho rodaban unas gotas de agua, su rebelde cabello lacio se veía estupendamente estando mojado.

--Yo, lo siento, no...

Me interrumpió.

--No pasa nada Jade, es todo tuyo

Princesa Dhampir. Razas De Sangre. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora