Capítulo 19. Boom, boom, boom.

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En mí entumecimiento, sentí como si estuviese flotando.

Tal vez después de todo estoy llendo hacia el cielo.

Pensé.

Traté de abrir mis ojos para presenciar como flotaba, pero yo era como cuando reinicias un ordenador, muy lento.

Enseguida sentí un brusco peso que me hizo caer, era como si me hubieran golpeado y ahora mismo estuviera cayendo a tierra firme, empecé a sentir un sutil calor que me empezó a recorrer el cuerpo.

Oh oh, quizá no habia lugar en el cielo para mí.

Pensé.

Luego sentí como si miles de pequeñas hormigas caminaran por mi piel, hacía cosquillas esa rara sensación, de pronto sentí como si mi cuerpo brincara bruscamente, y fue entonces cuando escuché algo.

Boom... boom... boom...

Era el palpitar de un corazón.

¡Esperen!.

¿De un corazón?.

¿De... él mío?.

Pero eso no podía ser posible, mi corazón había sido traspasado por la hoja de un cuchillo. Directo en el cora, literal.

Mis pensamientos fuerón interrumpidos cuando mi cuerpo inconsientemente tomó una bocanada de aire, mis sentidos se fuerón activando, era una sensación parecida a cuando te acabas de despertar de un sueño, de un largo sueño.

--¡Ha reaccionado! --escuché una voz femenina.

Poco a poco abrí mis ojos, mi vista se enfocó en un lugar iluminado por una fogata, al parecer estaba en una cueva.

--¿Jadenisse?.

Esta vez fue una voz masculina la que habló, al ver que no contesté se colocó a un costado mío, y me miró, en sus ojos había rastro de lágrimas, me tomé varios segundos comprender quién era él.

--Derek --susurré, mi voz se escuchaba somnolienta.

--Estás bien, ¡oh, dios!, estás bien.-- susurró Derek, mientras me abrazaba suavemente.

Los recuerdos regresarón de golpe a mi mente; los strigoi, nieve, estaca, cuchillo, freddy muerto...y yo también.

--¡Ay noo, oh dios mio! --medio grité alarmada, Derek me miró con la preocupación dibujada en su rostro--. ¡No me digas que soy una strigoi y por eso no morí! --era la única respuesta lógica que se me vino a la cabeza.

--¡No, no, nada de eso, amor!, es...

Le interrumpí.

--¿Entonces comó es que estoy viva? --logré decir, a cada segundo estaba más asustada y más confusa.

--Hablaremos después, te lo prometo --Derek me miró a los ojos.

--¿Como puedo saber que no soy una strigoi ahora? --la idea de ser strigoi me aterrorizaba hasta el tuétano.

Derek me sonrió con cariño, sin previo aviso se inclinó y besó suavemente mis labios.

--¿Que sentimiento sentiste? --me preguntó mientras acariciaba suavemente mi pómulo.

--Amor --respondí sin dudas. Era verdad, solo podía sentir amor y deseo con su beso.

--¿Lo ves?, los strigoi no tienen ningún sentimiento humano, y mucho menos de amor hacia alguién.

Me tranquilicé.

--Bien, pero ¿como es que estoy viva? --volví a preguntarle.

--Después te lo contaré todo, quiero que descanses... --se interrumpió inmediatamente, me miró con gesto triste y continuó--... estás débil, perdiste bastante sangre y, pues... habias estado muerta durante... durante, casi media hora... o más.

Princesa Dhampir. Razas De Sangre. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora