¿Solo?

¿Por qué me haces esto?

A raíz de aquel beso, Elizabeth y Marco comenzaron a verse más de vez en cuando, aunque él había dejado definitivamente de ir a las clases de la facultad. Era mejor así, o eso creía él. No era buena idea dejar de tener contacto con la gente pero él no lo creía.

Calypso aparecía algunas veces, parecía que estaba cambiando con él, cada vez estaba más rara, quizás estaba celosa...

Elizabeth se convirtió en un apoyo y un pilar importante en la vida de Marco. Comenzó a sonreír de nuevo, además de a hablar más.

Una noche en la que Marco se encontraba afinando las cuerdas de su guitarra, Calypso apareció sentada en su cama, llorando.

— ¿Por qué me haces esto, Marco?

Él se giró, sobresaltado.

— ¿Q-qué? ¿Qué ocurre, Calypso?

— ¿Crees que no te veo cuando estás con esa chica? — Murmuró, llorando. — Lo hago siempre, y me duele. No sabes cuánto...

Aquello le pilló desprevenido. ¿Acaso Calypso tenía sentimientos por él realmente?

— ¿Por qué me haces esto? — Volvió a hablar ella. — Soy la única que ha estado a tu lado en todo momento, ¿y la eliges? ¿A esa chica que te olvidó cuando más ayuda necesitabas?

— Ella no me olvidó, yo la hice alejarse de mí. — Respondió Marco, con tono severo. 

— Eso no es una excusa, Marco. — Calypso se levantó de la cama y se aproximó a él.— Aunque bueno... no tardarás en matarla, como hiciste con Lucas. En ese momento te darás cuenta de que jamás habrías podido estar con ella.

Él se alejó un par de pasos, mirándola con asco.

— Cómo... ¿cómo puedes ser tan cruel, Calypso? 

Fue lo único que dijo. Como respuesta obtuvo una sonrisa, la misma sonrisa que había esbozado el día de la muerte de Lucas. Tan siniestra... tan fría. Quizás iba siendo hora de que Calypso explicara quién era y qué quería de él. 

  — Nota de la autora.— 

¡Hola! Puede que la historia de Calypso sea confusa, por eso en el siguiente capítulo explicaré quién es ella. Espero que os vaya gustando la historia... ¡Gracias por leerme!