Al otro día, ya en los sueños, estaba en la casa de Luh.
Fui por todas las habitaciones y él no estaba en ninguna. Lo primero que se me vino a la mente fue ir a ver a Sara, pero una parte de mi decía "Ya no la puedes ver, ¿O no quieres volver a los sueños?" y en otra parte me decía "Tienes que ir a verla, prometiste que la amarías". Gano esa parte de mi.
Creo que empezaba a estar un poco loco.
No me importó mucho eso, y fui a verla. Ella estaba en el parque, como el día anterior, leyendo un libro debajo de un árbol.
—¡Sara!— Mencioné su nombre con alegría, pero ella no parecía emocionada.
—Hola.
—¿Estás bien?
— ¿Te importa tanto?
—Sí, y mucho.
Algo raro estaba notando en Sara. Algo no muy bueno...
—¿De verdad te importa? ¿Por eso le dijiste a Luh que ya no nos podemos ver?— Estaba realmente furiosa.
—¿Quién te dijo eso?
—¡Eso no importa!
—No lo entiendes...
—¿Qué no entiendo? Exo, me dijiste que no me ibas a decepcionar. ¡Me lo prometiste!— Caía una lágrima en su rostro.
—¡No es lo que piensas Sara, era dejar este mundo o dejarte a ti!
—...— Ella quedó sin respuesta alguna.
—¿Ahora lo entiendes?
—Si... Fue un gran error conocernos, comenzar todo esto.— Dijo, tapando sus lágrimas con sus manos.
No, conocerte fue lo mejor que me paso desde que llegué a este mundo.— Intenté sacar su mano de su rostro, pero se negó, y luego me miró a los ojos.
—Déjame, fue mi culpa. Luh te trajo aquí para olvidar tus problemas de la realidad, pero yo fui la que causé problemas aquí.
—No fuiste un problema.
—Lo fui, y para Luh también. Alejarnos será lo mejor para los tres... en especial a ti.
No podía responder. Aunque me costaba aceptar de que ella lamentablemente tenía razón.
Sara sé acercó y me dio un beso en la mejilla
—Adiós...— Esa fue su última palabra. Ese fue su último adiós.
Quedé inmóvil, sin saber qué hacer. Pude detenerla, pude pensar en una solución, pude haber hecho mil cosas. Pero ¿Qué hice? Absolutamente nada... Solo veía como se iba.
Tenía la esperanza de que se arrepintiera de su decisión, pero cada vez que se alejaba más la esperanza solo se convertía en deseo.
Solo quedaba aceptar la decisión que ambos habíamos tomado.
Ya la había perdido de vista, y también la había perdido en mi vida.
¡Continuara!
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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)
Fanfiction-Regla Numero 1: No enamorarse -Dijo mi guía de sueños llamado Luh. -¿Enamorarme? -Pregunté. -¡Si! Eso no será un problema ¿No? -Pues creo que no... creo.