Los minutos, las horas y los días pasaban. Su sonrisa ya pasaban a ser recuerdos borrosos.
"¿Cómo olvidáis a una persona que ya no está en la realidad? ¿Cómo olvidáis a esa persona que soñáis todo los días?" Me hacía muchas preguntas, sin querer encontrar alguna respuesta.
Ya empezaban los exámenes, y yo empanado de la vida.
Agarré un libro decididamente a estudiar, pero una llamada a mi móvil interrumpió mi "estudio". En realidad ni abrí el libro.
—¿Hola?— Digo confuso.
—¡Hola Andrés!— Contestó una voz femenina, muy alegre.
—Hola desconocida...
—¿No me reconoces?— Preguntó entre risas.
—No...
—Soy Laura.
—¿Laura? No me suena.
—Madre mía Andrés ¿Estás dormido o qué? Vamos en la misma clase.
— ¡Ah! ¿Laura la que vomitó frente de todos?
—Nop.
—¿La que es un poco retrasada? Perdón si te ofendo.
—Creería que no...
—Pues no lo sé... ¿La que siempre lleva un cojín rojo?
—N... ¡Si, esa misma!
—¡Ah! ¿Qué necesitas?
—¿Puedes ir a mi casa mañana? Es que necesito ayuda en geografía.
—Okey, no tengo problema.
—¿Después del instituto te parece?
—Está bien.
—Okey. Entonces te veo mañana, ¡Adiós!
—Nos vemos...
Laura era una chica con gustos muy similares a los míos. Siempre me pareció una chica interesante, pero nada más que eso.
Al día siguiente, luego del instituto, fui su casa.
Toqué el timbre y salió su madre.
—Hola.— Saludo ella.
—!Hola! ¿Esta Laura?— Dije.
—Sí, acaba de llegar. Pasa...— Me dio paso para que entrara a su casa.
—¿Eres compañero de ella?— Preguntó.
—Así es.— Contesté.
—Si quieres ve a su cuarto. Está arriba, la segunda puerta a la derecha.— Señaló a la escalera.
—Okey.
Subí las escaleras, y toqué la puerta. Nadie abría.
—¿Hola? ¿Hay alguien?— Pregunté.
—Andrés, ese es el baño...— Dijo Laura, detrás mío, riéndose.
—Jaja, perdón.— Bajé la mirada con vergüenza.
Entre a su cuarto, y me sorprendió las cantidad de cosas "Geek" que había.
—Se nota que te gustan los videojuegos y esas cosas.— Dije sorprendido.
—Ah, sí. Soy de jugar bastante.
—¿A qué?— Puse cara de pervertido.
—Madre mía Andrés, a lo videojuegos. Estás graciosillo ¿eh?.
—Jaja, un poco.
Ambos reímos. Pero luego, un silencio incómodo se apoderó en el cuarto.
—¿Por qué no eres así en el instituto?—Preguntó ella mirando fijamente a los ojos.
—¿Cómo?— Dije confundido.
—Divertido, sin tener vergüenza, hacer chistes. Aunque nadie los entienda.
—Porque nadie me aceptaría, ni tampoco me hablarían.
—Pero qué más da. Que importa lo que piensen los demás, se tu mismo. Ríe, diviértete, y lo más importante, sonríe. Y sonríe con toda la sinceridad.
—Me dices todas esas palabras, pero tú tampoco eres así. Tu no hablas de videojuegos u otras cosas que te gustan. ¿Por qué seguir consejos de alguien que tampoco es feliz?
—Porque no quiero que la persona que quiero cometa el mismo error que el mío...—Respondió con timidez.
En ese momento, ambos quedamos en silencio.
—¿Me quieres?— Le pregunté.
Se acercó y me dio un beso.
—Si...—Afirmó en voz baja.
!Continuará!
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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)
Fanfiction-Regla Numero 1: No enamorarse -Dijo mi guía de sueños llamado Luh. -¿Enamorarme? -Pregunté. -¡Si! Eso no será un problema ¿No? -Pues creo que no... creo.