Capítulo 24

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Los 3 nos encerramos en la habitación de Gona, para pensar en cómo podría buscar mi más profunda imaginación.

¿Por dónde comenzamos?— Preguntó Laura.
La verdad no tengo idea, tendré que concentrarme con algo.— Contesté.
¡Tengo una idea!—Exclamó Gona—¿Unos juegos supongo que servirán, no?
¿Juegos?— Dudamos Luara y yo
No cualquier juego, sino jugar en mi antigua consola, como hacíamos de pequeños.
Bueno, no perdemos nada con intentarlo...—Dudé

Y así fue, no perdimos nada, solo tiempo que era lo primordial en ese momento. Lo de jugar no funcionó en lo absoluto.

¿En serio no funcionó de nada?— Dijo con frustración Gona.
Siento que no, solo me distrajo un poco...
¿Y qué más hacían de pequeños?— Consulto Laura
¿Tienes aún esos comics que leíamos todas las tardes?— Le pregunté a él.
¡Es verdad! Aún los tengo intactos.

Sacó una caja vieja de su estantería, donde tenía cientos de cómics, lo cual leíamos cuando éramos pequeños. Aunque desafortunadamente, no funcionó tampoco.
Y así pasamos toda la tarde, frustrados sin saber qué más hacer. Lo último que intentamos fue pintar, pero no me movió ni un pelo.

Joder, me he manchado toda la mano.— Se había cabreado Gona.

Fue a su baño que quedaba al lado de su habitación. Mientras que yo me tumbé en su cama del cansancio.
Cerré mis ojos mientras escuchaba con mucha claridad como el agua salía del grifo.
Volví a sentir paz, como cuando me dormí en el tren. Pero esta vez fue extraño, sabía que aún estaba despierto pero no podía moverme. Escuchaba el ruido del agua cada vez más fuerte y más cerca. "Soledad", "Sueños", "Muerte", aparecieron las mismas voces pero con menos intensidad. Entré en desesperación, temblaba del miedo, y de las ganas de querer moverme y escapar. Las palabras seguian repitiéndose pero en distintos órdenes. Hasta que en un momento, antes de despertar, escuché una voz solitaria que solo pronunció la palabra "Amor".

¡Andrés! ¿Estás bien?— Preguntó muy preocupada y agobiada, Laura.
Ya sé qué hacer...— Le respondí agitado.— Necestio abrir la ducha y vendarme los ojos.

Rápidamente buscamos algo para poder taparme los ojos y que no pueda ver absolutamente nada.

¿Seguro qué esto va a funcionar?— Dudo Gona.
No lo sé, pero sé que algo puede pasar.— Contesté mientras encendía la ducha.
¿No podemos estar aquí contigo?— Se angustio Laura.
Tranquila, no me pasará nada.— Intenté calmarla.— Por más que vean cosas raras, no entren.

Seguidamente, luego de que ellos salgan, cerré la puerta del baño.

Creo que llegó el momento.— Respiré profundamente, para después cubrirme los ojos y decir las siguientes palabras.— Soledad, Sueños, Muerte, Amor.

Quedé en silencio, en espera por si algo pasaba. Dejé que pase unos minutos, pero al parecer nada había cambiado.

Soledad, Sueños, Muerte, Amor— Repetí, pero un poco más fuerte, aunque seguía sin funcionar.—¡Soledad, Sueños, Muerte, Amor!— Grité, pero parecía inútil.

Me puse a analizar cuál era el fallo, estaba seguro que si repetía esas palabras algo iba a suceder. Pensé, hasta que recordé que en la última vez que escuché esas palabras estaban en diferentes órdenes, así que intenté modificarla. "Soledad, Muerte, Sueños, Amor";"Muerte, Soledad, Sueños, Amor"; "Sueños, Soledad, Muerte, Amor". Era inútil, ninguna funcionaba.
Luego de muchos intentos, intente encontrarle alguna lógica, alguna profundidad a las palabras. Mientras las analizaba, me pregunté "¿Será que cada palabra representa lo que pasé en mi vida desde que entré en el mundo de los sueños?". A lo que me hizo pensar que el orden sería "Soledad, Sueños, Amor... ¿Muerte?" La última mencionada me hizo poner la piel de gallina. Tragué salvia y valientemente, cada palabra salió de mi boca.

¡Soledad, Sueños, Amor, Muerte!— Exclamé.

De un momento a otro, dejé de escuchar la ducha. Con mucho temor, me saqué la venda de los ojos lentamente sin saber lo que me iba a encontrar. Estaba en un baño, en el baño de mi hogar pero con luz apagada, algo raro estaba pasando. Salí cuidadosamente de allí, pero estaba todo apagado en la casa, así que fui a mi habitación.
Al entrar, la vi a ella, a Sara, sentada en mi cama como si me estuviese esperando desde hace horas.

¿Hola?— Camine lentamente hacia ella.
Hola...— Dijo sin ánimos.
¿Es mucha casualidad encontrarte justo aquí?
Puede ser todo, menos una casualidad.
¿Pasa algo?
Exo...—Dijo con una voz quebradiza.— Tengo que matarte.

¡Continuará!

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2020 ⏰

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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora