Fue una tarde especial, Laura y yo empezamos a ser buenos amigos. Dejamos que el beso quedara en el olvido.
Luego, llegué a mi casa, cené y rápidamente me fui a dormir. Y bueno, como ya sabéis, entré al otro mundo.
—Llegas un poco tarde.—Dijo Luh.
—Sí, es que no tenía sueño.—Conteste.
—¿O ella te quitó el sueño?
—¿Quien?— Dije confuso.
—Laura...
—¿La conoces?
—Exo, vivo en tu mente. Sé que pensaste en ella todo el día.
—...— Suspiré y bajé la mirada.
—Oye, Sara te está esperando.
—¿En dónde?
—En la realidad.
—¿De qué estás hablando?
—¿No me crees? Solo mira esto...— Me dió un pellizco y volví a la realidad.
Desperté sudando. Estaba algo asustado y confuso.
"¿Cómo que Sara está aquí?" Me preguntaba.
Intenté relajarme, y fui al baño para mojarme el rostro. En el momento que saque mis manos de mi cara, vi a Sara. Estaba en el reflejo del espejo detrás de mí.
—!¿Pero qué coño?!— Grité asustado.
—!Habla más despacio, tus padres pueden oírte!— Me regaño.
—¿Qué haces aquí?
—¿Luh no te lo dijo?
—Sí, pero no me dijo que ibas a parecer de esa manera. ¿Por qué viniste?
— Me convertí en un guía de los sueños...
—Pero, yo ya tengo uno.
—No de ti, de otras personas. No solo tú me ves.
—Lo hiciste por mi ¿Verdad?
—No ¿Cómo crees eso?...— Dijo nerviosa, intentando mentir.
—Sara, di la verdad.
—Está bien... hice esto para poder verte. Era la única manera.
—¿Sigues pensando que lo nuestro funcionará?
—¿Tú crees que no?
—Solo duramos un día... Luh, tiene razón.
—¿De qué?
—Es absurdo tener una relación con alguien que está en mi mente.
—¿Que te está pasando Exo? No eras así...
—A lo mejor cambie.
—Alguien te cambio.
—La realidad lo hizo...
Ambos nos miramos, y nos quedamos en silencio por unos largos segundos.
—¿Sabes qué? Tienes razón... Perdón por molestarte tanto. Nos vemos...— Ella se despidió y apagó la luz del baño.
Rápidamente la encendí, y Sara había desaparecido.
Empecé a pensar que fui muy duro con Sara.
Volví al mundo de los sueños, y utilicé todas las horas que estuve ahí para hacer una carta pidiendo que me perdone por cómo la traté. Aunque pensaba que ya era muy tarde para pedir perdón.
De todas formas hice la carta y se la entregué a Luh.
—Oye Luh, puedes entregar esta carta a Sara.— Le pedí.
—¿Una carta? ¿Enserio?— Me dijo riéndose.
—Bueno tío, es lo primero que se me ocurrió.
—Está bien, intentaré dársela...
¡Continuará!
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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)
Fanfiction-Regla Numero 1: No enamorarse -Dijo mi guía de sueños llamado Luh. -¿Enamorarme? -Pregunté. -¡Si! Eso no será un problema ¿No? -Pues creo que no... creo.