— ¡Exo! —Gritó con felicidad.
Me abrace con Gona.
— ¡Tío, tanto tiempo! ¿Qué has hecho de tu vida?— Me dijo el.
—No mucho ¿Y tú?- Dije.
—Pues, estoy en un sueño. No tengo mucho que hacer aquí.
Estaba realmente feliz, hace muchos años que no lo veo.
—Perdón por interrumpir este momento de amistad, pero Exo quiero que sepas algo.— Dijo Luh.
— ¿Qué pasa? —Pregunté.
—No quiero ponerte triste, pero Gona en realidad no está aquí.
— ¿A qué te refieres?
—Gona es parte de tu mente. Él no está viviendo este sueño.
Me puse un poco triste, pero tuve que aceptar que él no era real. Pero igual no quería desaprovechar esa oportunidad.
— ¿Jugamos algunas partidas de Overwatch?— Me preguntó Gona.
—Ok. —Respondí.
— ¡No la lieis parda!— Me gritó Luh.
—No te preocupes— Le contesté.
Pasamos una buena tarde jugando al Overwatch, fue tan bueno ver a Gona otra vez.
Lo necesitaba, amigos como él hay pocos, o eso creo yo.
Lo que si tengo que aceptar que nuestra relación es rara, es de cariño y odio a la vez.
Al otro día, en la realidad, llegué a mi casa luego del instituto muy cansado. Creo que ya empiezo a dormir de más.
Lo único que pensaba era llegar rápidamente a mi cama.
— ¿Ya te irás a dormir? —Pregunto mi mamá.
—Sí, estoy reventado. —Afirmé.
—¿No quieres comer algo?
—No, gracias.
Me fui a mi habitación, me puse el pijama y me tumbe en mi cama.
Tenía tanto sueño que no sabía en que momento me fui de la realidad.
Ya en el sueño, pensaba que iba a estar en la casa de Luh. Pero no fue así.
Aparecí... ¿En un bosque?
Estaba todo oscuro, no veía muy bien.
De pronto, siento una presencia detrás de mi.
Volteo hacia atrás, y veo un hombre alto, con brazos largos y cara blanca.
—¡¿Pero que coño?!— Grité asustado.
Lo primero que pensé e hice fue correr.
Corrí sin parar. Miraba por todos lados y no encontraba una salida.
—¡¿Dónde carajos estás Luh?!—Dije desesperado.
En eso, siento que me golpeo con alguien.
—¿Quién eres? —Pregunté con miedo.
—¿Exo? Soy yo Sara.— Dijo ella.
—¡Sara! ¿Sabes salir de aquí?
—Si conozco la salida ¡Sígueme!
—Ok.
Me tomó de la mano, y corrimos
Fuimos por la izquierda y por la derecha, pero no encontrábamos la salida.
Nos paramos un momento para descansar
—¿Segura que sabes la salida?— Le dije.
—Eso creía. —Respondió.
—¿Y ahora qué hacemos?
—Disfruta tu último día aquí.
—¿A qué te refieres?
—¿No sabes que si mueres aquí, no vas a poder vivir tus sueños nunca más? ¿No te lo dijo Luh?
—No...
—Pues, vaya guía.
—Ya ves.
Me sentí un poco mal, no quería abandonar mis sueños.
—Sara, si este es mi último día, quiero que sepas algo.—Dije sacando mi valentía.
—¿Qué cosa? —Preguntó.
—Sara, tú...
¡Continuara!
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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)
Fanfic-Regla Numero 1: No enamorarse -Dijo mi guía de sueños llamado Luh. -¿Enamorarme? -Pregunté. -¡Si! Eso no será un problema ¿No? -Pues creo que no... creo.