Al otro día, luego del instituto, me quedé esperando a Laura.
Esperaba, esperaba y esperaba. Ella no solía salir tan tarde. Me estaba preocupando.
Luego de un rato, decidí irme a mi casa. Pensaba que ya se había ido.
Justo en ese momento alguien me sujetó del brazo, impidiéndome el paso.
En ese momento pensé que era Laura, me di la vuelta y era uno de los chicos que me persiguieron la otra vez.
—¿Estás esperando a alguien?— Preguntó enfadado.
—No, justo me iba.
—¿Qué tal si charlamos un rato?
—¿Sobre qué?— Estaba nervioso, no parecía muy amable.
—Sobre el beso que le diste a Laura.
Yo temblaba del miedo. "¿Cómo se enteró del beso?" Me preguntaba. No sabía qué contestar.
—¿Cómo sabes de ese beso?
—¡Eso no te importa!— Me dio un golpe en el estómago.
No podía volver a correr como un cobarde como la otra vez. Estaba debilitado.
—Oye tío, tranquilízate, podemos hablar sin necesidad de pegarnos.
—Solo responde la puta pregunta. ¿Por qué besaste a Laura?— Apretaba sus puños.
—No fue un beso. Bueno si, pero no como piensas...— No sabía qué decir.
—!Mientes, mientes, mientes!— Gritaba mientras me daba puñetazos.
Ya estaba muy dolorido. Me golpeó en el estómago y algunos en la cara. No podía reaccionar.
—Espera tío.— Intenté tranquilizarlo pero no funcionaba —!Dije que te detengas!— Le pegué un fuerte golpe en la cara.
Su reacción fue inmediata y peor. Me volvió a golpear muy fuerte en la cara.
Caí en el suelo, ya sin fuerzas para poder seguir de pie.
En ese preciso momento sale Laura del instituto.
Me vio. "Seguro ya no me hablara al verme así, seguro piensa que soy un perdedor." Pensaba yo, pero hizo todo lo contrario.
—¡¿Qué haces idiota?! ¡Detente!— Gritó ella preocupada.
Fue muy tarde, me dio un último golpe. Ya no sentía mi cuerpo. Se me nublaba la vista.
Lo único que escuchaba era a Laura gritando, tratando de que me recupere. Cerré los ojos y no volví a despertar.
Luego de unos minutos abrí mis ojos. Creí haber despertado, estaba muy equivocado. Solo había entrado al "mundo de los sueños".
Aparecí en la habitación de Luh. Bajé rápido hacia la cocina donde él se encontraba.
—¡Luh! Necesito volver a la realidad.
—¿Necesitas estudiar o qué?
—Es por otra cosa, larga historia.
—Está bien.— Se acercó a mí y me pellizco.
Aún no volvía. Me volvió a pellizcar pero no pasaba nada.
Luh se preocupó.
—¿Qué pasa?— Le pregunté.
—Exo, estás en estado de coma...
Eso significaba que no podía volver a la realidad, al menos que me despierte.
—¿Y ahora qué haré?— Me preocupé.
—Tendrás que vivir aquí hasta que despiertes.
A partir de ese momento la realidad era mi sueño.
¡Continuará!
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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)
Fanfiction-Regla Numero 1: No enamorarse -Dijo mi guía de sueños llamado Luh. -¿Enamorarme? -Pregunté. -¡Si! Eso no será un problema ¿No? -Pues creo que no... creo.