—¡Cuidado! —Gritó alguien con voz femenina.
En ese momento, me di la vuelta y vi a una chica que venía en bicicleta a toda velocidad.
Luh y yo nos apartamos del camino rápidamente. Venía con tanta velocidad que casi nos vuela la cabeza.
Justo cuando pasó al lado de mi, sentí que pasó en cámara lenta.
No pude quitar mi mirada en sus ojos. Esos ojos realmente se reflejaba el brillo que había en el sol.
—¡Perdón! —Nos dijo mientras pasaba.
Parecía súper apresurada.
—Uff... Casi nos mata —Dije aliviado.
—Esa niña vive apresurada. —Me contestó Luh.
—¿La conoces?
—Sí. Se llama Sarinha, o Sara para sus amigos.
—Parece muy maja.
—Lo es. Pero no venimos a hablar de ella, te tengo que explicar muchas cosas.
—Sí, tengo muchas preguntas.
—Lo primero que debes saber, es cómo llegaste aquí.
—Esa iba a ser mi primera pregunta.
—Llegaste aquí, porque desde que se fue Gona te sentiste realmente solo. Desde allí, tenías dos pesadillas, en tus sueños y en la realidad. Entonces yo, como buen guía de sueños, decidí ayudarte.
—¿Y esto de que me sirve de ayuda?
—Te sirve para desahogarte, para poder hacer cosas que en la realidad no puedes.
—¿Puedo vivir en este mundo?
—No, y hay una regla que dice eso.
—¿Reglas?
—¡Si, aquí hay reglas! ¿Te las digo?
—Ok.
—Regla Número 1: No enamorarse. —Dijo Luh.
—¿Enamorarme? —Pregunté
—¡Sí! Eso no será un problema ¿No?
—Pues, creo que no... creo
—Regla Número 2: No abusar de los sueños. Regla Número 3: Ser consciente y responsable de que vives en dos mundos. Solo eso.
—¿Son todas?
—Son más, pero esas son las más importantes y básicas que tienes que saber.
—Tengo una última pregunta.
—¿Cuál?
—¿Cómo salgo de mi sueños?
—Solo te tengo que pellizcar, tal que así. —Dijo Luh, y me dio un pellizco.
En ese momento, lo perdí de vista. A él y a todo lo que estaba en mi alrededor.
Con un simple parpadeo aparecí en mi cama.
Todo estaba normal, todo estaba como antes.
Mi madre abrió la puerta de mi habitación y me dijo —¡Hijo cámbiate de ropa, que ya es tarde para el instituto!
—¡Ya voy! —Conteste.
No podía creer, seguía recordando todo lo que pasó en mi sueño.
—¡Joder, esto sí que es otra vida! —Grité emocionado.
¡Continuara!
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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)
Fanfic-Regla Numero 1: No enamorarse -Dijo mi guía de sueños llamado Luh. -¿Enamorarme? -Pregunté. -¡Si! Eso no será un problema ¿No? -Pues creo que no... creo.