— ¡¿Gona?!— Pregunté desesperadamente.
—¿Exo? ¿Estás bien?— Respondió él a través del móvil.
—Sinceramente no, necesitaría de tu ayuda...
—Claro, ¿qué necesitas?En ese momento me pregunté ¿Cómo le explico a él todo lo que estoy pasando?".
—Necesito verte en persona, no puedo explicártelo a través de una llamada.— Contesté.
—Entiendo, ¿pero sabes que estamos a 5 horas y media de distancia, verdad?Por un momento lo olvidé, las cosas se me ponían cada vez más difíciles.
— Mierda, es verdad.
— ¿Tus padres no tienen coche?
—Sí, pero no creo que me dejen ir.
—Otra opción es venir en tren, pero eso sería una locura.En ese momento estaba lo suficientemente loco para hacer cualquier otra locura más. Y eso hice, recordé que tenía unos pequeños ahorros y con eso me alcanzaría para un boleto y poder viajar en tren.
—¿Tienes algún problema que vaya hasta allí?— Pregunté
—¿En serio lo vas a hacer?
—Es esto, o volverme cada vez más loco, tío.
—Está bien, justamente hoy mis padres se van por la noche y me dejan el fin de semana solo. Si consigues venir mañana por la mañana, mejor.
—Okey, nos vemos mañana.
—Adiós...— Se despidió y colgué la llamada.Esperé toda la noche para que amanezca, no pude ni cerrar los ojos. Esos días dormía fatal.
Ya por la mañana, rápidamente agarré un papel con un bolígrafo y les escribí una nota a mis padres explicándole que me iba a la casa de un amigo, para que no se preocuparan por mi.
Agarré mis cosas y me dirigí hacia la estación de trenes.
Yendo a toda velocidad, y concentrado en mi destino, sin querer me topé con alguien.
—¡Perdón!— Grité, sin mirar a la persona y siguiendo con mi camino.
–¡¿Andrés?!— Esa persona era Laura, pero no quise ni voltear a verla.Ya habiendo llegado a la estación, a punto de comprar mi boleto, sentí que alguien me tomó de la mano.
—¿A dónde vas tan apresurado?— Era Laura, al parecer me había seguido en todo el camino.
— Larga historia, no sé si lo entenderías.
—Dime al menos si estás en compañía.
— No, estoy solo.
— Está bien, iré contigo.
—¡¿Qué?! — Dije confundido.— Ni sabes a dónde voy.
—Da igual, no puedes viajar solo así sin más. Te puede ocurrir algo.Tenía razón, necesitaba a alguien que me acompañara, y no había mejor acompañante que ella.
—Está bien, ven conmigo, pero ten en cuenta que tú sola te estas arriesgando a esto.
—Lo sé, sé que cuidarte es lo mismo que cuidar a un bebé de 2 años.— Dijo entre risas.Compramos los boletos, y rápidamente buscamos el tren que nos dirija a nuestro destino.
Estuvimos buscándolo un par de minutos hasta que nos dimos cuenta que nuestro tren ya se estaba marchando.
—¡Esperen!— Gritamos ambos con desesperación.
Afortunadamente pudimos llegar a tiempo para entrar. Aliviados, nos sentamos en uno de los asientos.
—Por un momento creí que nos quedábamos sin tren— Dijo ella mientras suspiraba, luego de la corrida que nos mandamos.
—Yo también pensé lo mismo, creí que todo esto iba a ser en vano.
—Oye, ¿al menos me aseguras que vamos a algún lugar seguro?.
—No te preocupes, vamos a la casa de un viejo amigo.— Le contesté con una sonrisa para aliviarla.
Volteé mi vista para el lado de la ventanilla, para observar el paisaje y reflexionar todo lo sucedido. Todo lo que estaba viviendo era una locura. No recordaba en qué momento pasé de ser un chico que jugaba a un ordenador, a empezar a vivir "aventuras".
Mientras mis ojos estaban perdidos en la nada, sentí como sutilmente Laura apoyó su cabeza en mi hombro.
—Perdón por lo que pasó en el hospital.— Dijo ella.
—No te preocupes, si quieres lo olvido y ya.Su contestación fue solo un profundo suspiro que decía más que mil palabras.
Realmente ni yo tenía las cosas claras, solo quería estar en paz, sin problemas, sin Luh, sin Sara, sin sueños. Solo yo.
¡Continuará!
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Eres Mi Motivo Para Soñar. (Exorinha)
Fanfic-Regla Numero 1: No enamorarse -Dijo mi guía de sueños llamado Luh. -¿Enamorarme? -Pregunté. -¡Si! Eso no será un problema ¿No? -Pues creo que no... creo.