CAPITULO 14

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Comprar ropa con Roma fue un desastre; me obligó a comprar un armario entero, incluyendo ropa para invierno, lo cual me pareció una tontería ya que estaba finalizando la época fría, además unas horribles botas de cuero legitimo; él parecía muy pagado de sí mismo y yo estaba como "¡oh Dios! Llevo un cadáver en mis pies."; también compramos ropa para la primavera naciente.

Roma me dejó en la zona comercial.

-Ve a comprar- murmuró dándome un montón de dinero- compra lo que necesites ya me lo devolverás después.

- ¿A dónde vas?- pregunté.

-Cambiaremos de auto.-

-¿Por qué? ¿Qué tiene este de malo?-

-No tiene nada de malo. Mi auto es genial.- dijo ofendido.- pero creo que tiene un rastreador en alguna parte y que nos siguen.

Entré en pánico.

-¿Cómo dices?

-Solo lo creo Yuri. Aún no nos han encontrado, ¿verdad?

No respondí, sabía qué era más que un presentimiento; él no cambiaría su amado auto solo porque "creía"

-¿Te veo en un rato? – preguntó subiendo a su auto.

-Sí-

-¡No te muevas!- exclamó asustándome. –quiero llegar y encontrarte aquí dentro.

Sonreí, no tenía más qué responder.

-Listo.- dije saliendo del almacén de las pijamas. Roma estaba apoyado en una enorme camioneta roja. Hermosa por cierto; pero dude gravemente de que pudiera trepar en ella con facilidad.

-¿Listo?

-Sí. – Lo mire burlonamente- significa que eso es todo.

Me dio su mirada de "no me digas"

-Aún no.

-¿Compraras también para ti?

-Discúlpame si parezco un inocente ángel- dijo batiendo las pestañas en aire coqueto - pero hasta donde sé; ustedes las chicas utilizan una cosa aparatosa llamada sostén.

Mierda. La ropa interior, ¿cómo me había olvidado de ella?.

-Ugh.

-Anda. Por allí hay una tienda de esas.

-Puedo encontrarla sola.

-No. – ¿¡Qué!?

-Roma; no puedes esperar en serio que te invite a comprar ropa interior conmigo.

-No espero tu invitación, generalmente soy muy bueno auto-invitándome.

-¡Por el infierno que no!

-Jura cuanto quieras. Me da igual.- dijo echándose a andar

Me paré contra la puerta de la camioneta y me negué a seguirle el juego con esto. Cuando vio que no lo seguía se giró a mirarme con disgusto.

-Yuri; no puedes esperar en serio que te deje ir sola por ahí.

-No soy una chiquilla.

-Eso lo tengo muy claro. Pero no es razón suficiente para que te abandone por ahí a tu suerte.

-¿¡A mi suerte!?- hice un esfuerzo terrible por no tirarme los pelos.- actúas como si no fuera a sobrevivir un segundo sin ti! Esto es el mundo real Roma! Las personas van solas en la calle, a sus trabajos, a sus deberes, a comprar ropa interior! TODOS NECESITAMOS ESPACIO A SOLAS.

ENTRE RUSIA Y ROMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora