Ragnar y Rollo se encontraron en mitad del pueblo y siguieron caminando juntos hasta entrar en una casa, los dos fueron con cabeza agacha, como escondiéndose de algo.
—Eric —dijo Ragnar al entrar y ver al hombre de barba larga —.
—Bienvenido a mi casa, Ragnar Lothbrok. Tú también Rollo. Hice lo que me pediste Ragnar y busqué a estos jóvenes para que vinieran a conocerte. Todos juraron por su brazalete que mantendrían este conversación en secreto.
—Lo has hecho bien, mi amigo, aunque sabía que podía confiar en ti.
—¿Para que estamos aquí? —preguntó uno de los tantos hombres en el salón —.
—Primero, están aquí porque no tienen nada mejor que hacer —todos sé rieron —están todos desocupados y malgastando sus vidas —todos empezaron a susurrar —.
—¡Escuchenlo! — se escuchó el grito de Rollo —.
—Construimos un nuevo barco.
—¿Un barco?
—Y con este barco, por primera vez, podemos ir al Oeste. A través del gran mar a un lugar llamado Inglaterra, donde incontables fortunas nos esperan.
—¿Cómo navegaremos en mar abierto? —preguntó alguien en tono burlón y todos sé rieron —.
—Hemos descubierto la forma.
—¿Quieren que vayamos en el barco?
—Sí, así es —le contestó Rollo —y tengo la palabra de Ragnar de que seremos iguales y repartiremos el botín equitativamente.
—Si es que lo hay —se escuchó del fondo —.
—¿Cómo te llamas? —Ragnar se le acercó cara a cara al que se había hecho el gracioso —.
—Knut.
—Te juro, Knut, escuché testigos.
—Son sólo historias.
—"Solo historias". —le repitió Ragnar en tono burlón — "Solo historias" —volvió a repetir pero esta vez en voz alta —todo empieza y termina como una historia.
—Sin embargo, recordemos, que el Conde Haraldson nos ordenó que navegáramos al Este —habló un hombre de una gran barba y un pelo rubio rizado muy largo —.
—El Conde no sabe nada acerca de nuestro nuevo barco. No sabe nada sobre la nueva forma de navegar. Por eso se niega a dejarnos ir hacia el Oeste.
—Podría matarnos por desobedecerlo.
—Sí, así es —todos hicieron un silencio, de esos que demuestran que el miedo les recorría su cuerpo —Les damos la oportunidad de relucirse en la batalla, impresionar a los dioses y regresar con un botín que jamás han visto antes —dijo con seguridad y una cara de ambición imposible de no ver —¿Tienen las agallas para unirse a nosotros?
—Yo iré —dijo el hombre del pelo y la barba rubia larga —.
—¡Iré! —se escuchó a casi todos los hombres del salón —.
—¿Que dices tú, Knut? —le preguntó Ragnar frente a frente —¿vienes?
—Sí, quiero una buena historia para contarle a mis hijos —Ragnar lo abrazó y lo beso en la frente bromeando como solía hacerlo —.
—Prepárense para partir en las próximas semanas, y no le digan a nadie que no necesite saber.
Mientras tanto en la casa del Conde Haraldson el hombre de pelo rizado con la cicatriz en la cara ingreso por la puerta.
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Vikingos
Historical FictionLa increíble historia de las hazañas del vikingo Ragnar Lothbrok, junto a su familia. ¿Quieres conocer como era la vida de los vikingos? ¿Quieres aprender a pensar como uno? ¿Conocer su cultura? ¿O tan solo leer una buena historia de hombres altos y...