—¡¿Como pudiste?!—le gritó Siggy a su esposo.
—Es un partido excelente. Es poderoso, y es el primo del rey Horik.
—¡Es viejo y feo!
—No juzgues a un hombre por su apariencia. Hicimos un buen negocio. Nos dará nueve kilos de plata por ella.
—¿No te importa su felicidad?—le preguntó indignada.
—Me importa su seguridad y su futuro. Y el nuestro. Esta boda nos dará tierras y alianzas importantes. Los dioses deben haber visto nuestras necesidades.
—No me dijiste nada de este casamiento. Me trataste con un desdén total. ¡No te importa!
—Me dejaron de importar muchas cosas—dejo un silencio—cuando mataron a nuestros hijos.
—Murieron. Tú los enterraste. Y para ti, era el fin del asunto. Pero ¡para mi!—dejo un silencio vacío—Eran mis hijos. Les di la vida. Los traje a este mundo. Los vi crecer. Y los amé, como te amé a ti.
—Los asesinos cavaron tumbas poco profundas. Y antes de enterrarlos, les cortaron la cabeza. Y cuando los pusieron contra la tierra... Pusieron las cabezas en sus traseros como signo de desprecio. Si encuentro al que los mandó a matar, lo...—dejó caer una lágrima mientras su esposa lloraba desconsolada—Tomé un mechón de cabello de las cabezas.—los apoyó en la mesa, su esposa lo miró y esbozó una sonrisa—Mira Siggy, cuando sabes eso, estar casada con un hombre viejo y rico no es tan malo.
Afuera de la casa de Floki Björn intentaba partir la leña a mitad como su padre lo hacía, pero no lo logró. Un hombre de cabellos rubios y largos, con un arco en su mano llegó.
—¿Es verdad? ¿Está aquí?
—Sí, pasa.—los dos ingresaron a la casa—Aún está débil.
—Sus heridas comienzan a sanar, gracias a la magia de Floki.—dijo Lagertha.
—¡Torstein!—Floki saludó al gran hombre rubio—Ragnar, mira quién está aquí.
—Ragnar, amigo.—le dijo Torstein al pobre hombre que apenas podía abrir sus ojos—¿Cómo te encuentras?
—Sálvame de esta gente.—permitió hacer una broma, pero al reírse le dolió todo su cuerpo—¿Cómo supiste que estaba aquí?
—No lo sabía. Solo sé que el conde Haraldson te está buscando. Rollo dijo que si estabas vivo, estarías aquí.
—Entonces, ¿por qué no vino él?
—Porque pensó que los hombres del Conde lo seguirían de cerca. Todos saben que espían al grupo. Pero me aseguré de que no me siguieran a mí.
—Comamos.—dijo Floki.
Helga apareció, y cruzó intensas miradas con Torstein.
—Ella es Helga.—le remarcó Floki.
—Hola, Helga.
—No te entusiasmes demasiado. Tiene dueño. Siéntate.
—Oí que quemaron tu granja.—dijo el rubio.
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Vikingos
Historical FictionLa increíble historia de las hazañas del vikingo Ragnar Lothbrok, junto a su familia. ¿Quieres conocer como era la vida de los vikingos? ¿Quieres aprender a pensar como uno? ¿Conocer su cultura? ¿O tan solo leer una buena historia de hombres altos y...