Los vikingos seguían remando en Norteumbra, en busca de un lugar para asentarse. Todo parecía pacífico, las granjas operaban, pero no se veía a nadie en ellas.
Dentro del reino un grupo de hombres a caballo ingreso. El que parecía el líder bajo de su caballo e ingreso en la sala del rey.
—¡Hermano!—nadie respondió—¡Hermano! ¿Dónde estas?
—¿Aethelwulf?—salió el rey por una de las puertas riéndose—Gracias a Dios que viniste.—dijo mientras se dirigía a abrazarlo.
—¿Qué le hizo pensar que no vendría, señor?
—No, nunca dudé de ti, sino de otros... Nuestro hermano menor huyó de Mercia.
—Siempre fue el más pequeño de la camada. Nuestros padres deberían haberlo ahogado al nacer. ¿Dónde están los infieles ahora?
—A un solo día, quizá dos.
—¿Y tú ejército está listo y armado?
—Sí, si tú estas dispuesto a guiarlos.
—Lo consideraría un gran honor, señor, defender nuestra tierra y nuestro reino.
—Y no hay mejor hombre, lord Aethelwulf.—se escuchó a un hombre—Los poetas cantan loas de sus batallas en las salas.
—Eso es porque les pago.—todos rieron—Si tú les pagaras, te cantarían loas a ti también. Así son los poetas.—todos volvieron a reír, excepto una mujer—Milady, con su permiso, ¿no tiene tiempo para reír?
—No, solo para el miedo, lord Aethelwulf.
Mientras tanto, Ragnar y su tripulación, ya habían encontrado lugar de asentamiento y el campamento estaba a punto de estar listo. Todos los hombres llegaban con un tronco al hombro, y grandes ramas, que luego seria convertidas en objetos con punta para rodear todo el campamento.
—¿Cuándo llegarán?—le preguntó Rollo a su hermano.
—Muy pronto.
—Eso espero. No veo la hora de llegar al Valhalla.—dijo el anciano que hace días había pedido venir a la batalla, en busca de su propia muerte.
En Escandinavia, Lagertha era quién ahora debía responder a las preguntas y problemas de Categat.
—Buen día, gente. ¿Cuál es su problema?—la condesa le hablo a una pareja con un bebé que tenia en frente.
—El problema es ella.—respondió el hombre.
—¿Que ha hecho?
—Ha tenido un hijo, el niño de sus brazos.
—¿Y que problema tiene con eso?
—No es mío. Intentamos tener hijos por muchos años, pero sin éxito. Y luego, alrededor de hace un año, un joven vino a nuestra puerta. Recuerdo el día, estaba haciendo un telar. El joven dijo que su nombre era Rig. Nos dio buenos consejos para nuestro trabajo y se quedó en casa. Pasados los tres días, se fue, y nueve meses después ella dio a luz un hijo.
—¿De quién es el niño?
—No lo sé, milady.—dijo al borde del llanto—estábamos todos en la misma cama, era muy confuso.
—¿Lo ve? No es una mujer honesta. Se acostó con Rig, ¡y no pudo decirme la verdad!
—¿Sabes quien era este Rig?—le preguntó Lagertha y le pidió que se acerque.
—No, era solo un hombre joven.
—Por el contrario, sabemos que historias antiguas cuentan que Rig es otro nombre de Heimdall.
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Vikingos
Historische RomaneLa increíble historia de las hazañas del vikingo Ragnar Lothbrok, junto a su familia. ¿Quieres conocer como era la vida de los vikingos? ¿Quieres aprender a pensar como uno? ¿Conocer su cultura? ¿O tan solo leer una buena historia de hombres altos y...