Capítulo2

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El timbre de clase sonó con tanta fuerza que incluso pude darme cuenta a pesar que dormía.
- Señorita Fonclaus  ya veo que a despertado...
Observé a mi alrededor, todos los de clase me miraban y entre risas pude distinguir a Peach.
- Eh... no he descansado muy bien.- dije mirando fijamente al profesor de Matemáticas que daba la casualidad que también era mi tutor.
- Vaya por dios...- decía el señor miemtras se acariciaba la barba.- total... es mi última semana en la escuela ya que por fin me jubilo.- dijo sonriente mientras se marchaba por la puerta.
Fruncí el ceño algo sorprendida.
- En fin...- dije mientras recogía mi mochila para irme.
- Tía... se te va, en serio.- dijo Peach.- Aún no sé porque soy tu amiga.
- Es verdad no pego nada con vosotras.- dije riéndome.
- Solo hace falta verte, tienes una ojeras...
Me quedé callada a veces escuchar a la rubia era realmente un suplicio.
- Se rumorea que Matt va a dar una fiesta hoy.
¡Matt es su novio por cierto!
- Vaya por dios... ¿ Dónde y a qué hora?
- En su casa a las diez.
- ¿ Qué? Está muy lejos no puedo... además mi madre está un poco enfadada.
- Yo te llevo en coche.
- Entonces sí.
- pero no dijiste que tu madre...
- olvida lo que dije.
Me subí a su coche y nos marchamos.
- ¿no te dá curiosidad de quién es el profesor nuevo?
- Para nada.- miré por la ventanilla.
- Estás amargada.
- No lo estaría si tuviera coche.
- Que obsesión con el coche...- dijo sonriente.
Cosa que me extrañaba, Peach era una chica alegre y extrovertida, pero hoy su energía le salían por los ojos.
- ¿ Por qué estás tan contenta?- dijd buscando los auriculares en mi mochila.
- Es lógico... ¡ Vamos a la fiesta de Matt!
La miré y me mordí los labios negando con la cabeza.
- Ese tío a cortado contigo mil veces...- volví a mirar por la ventanilla con una sonrisa triunfante por haber encontrado mis auriculares.
- No cortó conmigo porque no saliamos... además no era nada serio.
- En fin...- dije mientras preparaba la siguiente lista de música de mi móvil.
- ¿Y tú madre?
Le dediqué una breve mirada sin girar del todo la cabeza.
-¿ Qué pasa con ella?
- ¿Sigues pensando que le pone los cuernos a tu padrastro con tú padre?
Me encongí de hombros.
- Es posible...
Peach soltó una pequeña risa.
- Perdona... es solo que tu família es genial... siempre tienes algo de que hablar.
-¿Eso es bueno?- fruncí el ceño.
La rubia sonrió y afirmó con la cabeza.
- Desde luego.
El coche se detuvo en frente de mi casa, desde aquí se podía ver como las luces del comedor estaban inluminadas.
- Gracias por traerme P.- dije bajando del coche.
- ¿Paso a las nueve?- preguntó asomándose a la ventanilla donde estaba sentada.
Iba a responderle cuando derrepente vi que al lado del coche de Ammy estaba el de mi padre Jonny.
Fruncí el ceño.
- Tranquila, no hace falta que te pases... está mi padre.
Peach tambiém frunció el ceño.
-¿Qué hace aquí el amante de tu madre?
Me encongí de hombros y resoplé.
- Esta noche te lo cuento...

De alumna a ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora