Capítulo 10

595 23 1
                                    

Otra vez silencio, todos estudiaban, todos escribían, o simplemente se ponían a leer.
- Que aburrido...- dije acompañado de un suspiro.
La pelirroja me miró, no dejaba de morderse las uñas.
(Por cierto, la pelirroja es Lorie, una amiga de la que sólo había nombrado por encima).
- ¿Me vas a decir por qué hemos quedado aquí?- pregunté algo impaciente.
Ella miró hacia los lados asegurándose de que no hubiera nadie más.
- Alguien me envía cartas secretas...- Dijo tapándose  la boca.
-¿Y?- dije levantando las cejas.
Lorie suspiró.
- Tengo un admirador... yo.- decía sin casi creérselo.
- ¿Y por qué me lo cuentas a mi?- me crucé de brazos.
- Bueno... Porque hablarlo en grupo es bastante vergonzoso... además  Peach no consigue guardar nada y al final se acabaría sabiendo.
La observé, ahora miraba a sus manos las cuales tenía sobre sus rodillas. Su pelo rojizo y liso le caía sobre la cara.
- ¿Sabes quién puede ser?
La pelirroja me miró.
- Pues... No, pero... me gustaría que fuera...
Se calló un segundo.
- ¿Quién?- la presioné.
A veces con Lorie había que hacerlo, ya que por ella misma no se valía.
- James.
Levanté las cejas nuevamente y apoyé me cabeza sobre la mesa.
- Es amigo de Matt.
Ella afirmó con la cabeza.
- Pero... nunca se interesaría por mi.
- Puedes tratar de responderle.
- ¿Cómo?- una luz iluminó sus ojos, como si aquella idea nunca se le hubiera ocurrido.
- Serás buena para los estudios, pero eres bastante tonta para estás cosas...
-¿Qué cosas...?
Miré hacía un lado y me encongí de hombros.
- Amor...- dije entre susurros y esa palabra hizo que automáticamente recordará a Logan en la Noria.
Lorie inclinó la cabeza a un lado y sonrió tontamente.
- ¿Qué ha sido eso?
- Nada...- respondió rápidamente.- Es sólo que te ves ena...
-¡No!- grité y automáticamente  todos los que estaban en la biblioteca pidieron silencio.- No estamos aquí para hablar de mi...- bajé la voz.
La pelirroja afirmó.
- Bien... podrías responderle a la carta, Haz como que se la dejas para seguirle el juego te quedas esperando y así averigüas  quien es. Si es Jammes te acercas y le declaras tu amor...
- ¿Y si no lo es?
Levanté las cejas al mismo tiempo que lo hacía de la silla.
- Pues decide. Bueno... me voy.
- Pero si aún no empiezan las clases.
Solté un suspiro.
- Ya, pero Peach está empeñada en que la elegirán  de delegada...
Lorie sonrió.
- Buena suerte.

...
En la clase se todos gritaban y tiraban papeles, hasta que de pronto entró Levi junto al director y a un profesor.
- Hola buenos días chicos, soy Levi el presidente del Consejo estudiantil.
Lo observé detenidamente, era alto, con figura atlética. Recordé, también que  era el capitán  de fútbol  americano de Logan.
- Aquí tengo la caja de votaciones para el delegado de la clase de este año.
Rápidamente  Peach me guiñó el ojo, pero traté de ignorarla.
- Por votación máxima  tenemos de Delegada de la clase -b... a Fellisa Fonclaus.
Todos me miraron y yo seguía sin poder creerlo.
¿Quién iba a votarme?
- Puede que sea una equivocación...- dije.
- No, en absoluto.- respondió Levi sonriente.- acercate te daré la carpeta con toda la información de tú  clase.
Yo me levanté y el me entregó todos los papeles.
- Logan también es el delegado de nuestra clase.
Traté de sonreír, pero tras el intento el timbre del Instituto sonó, avisando de que esa clase había terminado.
Todos se aprovechaban para ir a hablar y otros a fumar un cigarro.
- Lo siento Peach... yo te voté, tal vez...
-¡No!- Dijo emocionada.- Eso es mejor... ¿Entiendes?
- No te capto...- me crucé de brazos.
- Bueno... es fácil, si tú eres la delegada es como si yo fuera tu ayudante sexy, tener todo el poder es un muermo.
Levanté las cejas algo sorprendida, bueno, a decir verdad ya nada me sorprendía viniendo de Peach.
- Me alegro de que te tomes así de bien... Pensé que ibas a enfadarte.
-¿Yo?- Dijo abriendo sus ojos azules como platos.- Me alegra que seas tú y no otra persona, además si la cago al ser la delegada me puedes cubrir la espalda.
- Soy delegada no directora del Instituto.
- Lo que digas, pero...- dejó de hablar justo cuando todos entraban en clase y se sentaban.
- ¿Qué te pasa?- pregunté, pero ella no me respondió, así que dirigí la mirada a donde ella estaba observando.
Era él, había entrado por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja y vestido de una forma distinta a la última  vez.
- No puede ser...- dije casi entre susurros.
- Puedes sentarse señorita...
-¡Fel!
Dejé de pensar y miré a la rubia con la boca entre abierta.
-¡Quieres sentarte!
Hice exactamente lo que me dijo y entonces volví a mirarlo.
-¿Qué te pasa?- susurró Peach.
- Buenos días chicos, soy vuestro nuevo profesor y nuevo tutor, me llamó Jimm... Jimm Sturges.

De alumna a ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora