Dear father: You're not good for me

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Bethany POV

Escuchaba un molesto pitido y entreabrí los ojos. Era mi móvil, estaba sonando. Me estiré por encima de Lucas para cogerlo.

-¿Quién osa llamarme tan temprano? –pregunté somnolienta y molesta.

-Hola Beth –escuché la voz de Cam al otro lado de la línea. –No creo que las doce del mediodía se considere temprano.

-¿Son las doce? –exclamé despertando a Lucas sin querer. Articulé un lo siento con los labios.

-Sí, son las doce. Tengo un regalo para ti –dijo ella muy contenta.

-¿Un regalo? –Lucas se había despertado del todo y me estaba acariciando la mejilla. –Cam dime qué es sabes que no soporto tanto misterio.

-Solo te diré que tienes que venir al estudio de grabación después de que comas –me explicó ella. –Además no es solo un detalle mío, él me dijo que no te lo dijera, pero es también de Lucas.

Tuve que hacer un gran esfuerzo por mantener inmóvil la expresión de mi rostro. ¿De Lucas? Ahora sí que tenía una inmensa curiosidad por saber que era.

-Mmm, vale, iré –acepté.

-Bien. Te espero aquí. Un beso.

Colgué el teléfono y lo devolví a la mesita de noche. Crucé los brazos sobre el pecho de Lucas y le dije lo más inocentemente que pude:

-Cam tiene un regalo para mí.

-Te lo ha dicho ¿verdad? –no se tragó mi carita de niña buena.

Asentí con la cabeza.

-Dime qué es, por favor –le pedí.

-No. Tendrás que esperarte –Lucas se negó a que se lo sonsacara.

-Y… ¿si uso otra técnica? –le pregunté mirándole la boca fijamente.

Él abrió la boca para hablar pero yo cubrí sus labios con los míos y empecé a besarle del modo más seductor que pude. Era una persuasión, y parecía que estaba dando resultados. Me rodeó con los brazos y yo me subí encima de él con las manos enterradas en su pelo. Seguimos besándonos en esa posición un rato, luego él se giró y quedo sobre mí.

-No te lo voy a decir –susurró en mi oído.

Se levanto riendo y se metió en el baño. Pude oír como corría el agua de la ducha. Cerré los ojos sonriendo como una idiota. No podía evitarlo, este chico me hacía sonreír incluso cuando no quería hacerlo.

. . . . . . . . . . .

Llegamos al estudio de la discográfica y entramos.

-Hola gruñona –me saludó Cam.

-Hola embarazada –le devolví el saludo.

-Ten –me pasó un papel impreso. –Quiero que la cantes.

La miré extrañada y luego miré el papel.

Era la letra de una canción, una canción que se ajustaba muy bien a como me sentía respecto a mi padre. Miré a Lucas que estaba detrás de mí.

-¿Te gusta? –me preguntó como temiendo que me enfadara.

-Sí –fue todo lo que dije.

-Ven –Cam me llevó hasta la cabina de grabación. –Vamos a grabarla y quiero que pienses en ella cada vez que te pongas mal por culpa de Hitler.

Suspiré, asentí y entré dentro mientras Lucas y Cam se quedaban fuera. Pude ver que Eric salía del despacho y me saludaba con la mano.

Cogí la guitarra y me senté delante del micro. Canté unas notas para calentar la voz.

No quiero enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora