Recupera tu dignidad

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Bethany POV

Abrí los ojos y me encontré con los ojos azules de Lucas que me estaban observando.

-Buenos días.

-Hola –le di un suave beso en los labios.

-Sé que quieres encontrar a tu hermana lo antes posible pero ¿puedes ir hoy por la tarde al centro comercial conmigo?, tengo algo para ti.

-Vale –susurré. -¿Hay alguna posibilidad de que me digas qué es?

Él negó con la cabeza. Me abrazó y buscó mi boca con sus labios subiendo desde mi cuello hasta mi rostro. Sonreí y presioné mis labios con los suyos.

Seguí besándole y de nuevo las cosas se pusieron calientes. Le quité la camiseta y él me quitó la blusa. Mi mano subía y bajaba por su pecho y su espalda. Se puso encima de mí y su mano empezó a bajar desde mi cuello hasta mi muslo. Cuando sentí sus manos en el short del pijama recuperé un poco de mi voluntad.

-Para –susurré.

Él dejó de tocarme pero siguió besándome un minuto más, luego se acostó a mi lado sobre su costado para poder verme.

-¿Eres virgen? No tienes por qué contestarme, es solo curiosidad.

Giré la cabeza hacia él y le miré a los ojos.

-No –susurré. –Julian fue el primero, pero es a ti a quien extraño.

-Oh –me acarició la mejilla. –No entiendo lo de que me extrañas, si estoy aquí.

-Corté con él por eso, porque era incapaz de extrañarle, no le necesitaba, pero a ti… Me di cuenta de que te extrañaba cuando te fuiste a Europa con tu padre.

-En ese caso, me alegro de que me extrañes.

………………………..

-¿Seguro de que tienes que irte a la oficina? –le pregunté a Lucas a través de la puerta del vestidor.

-Sí, ya me he escaqueado bastante –respondió mientras salía del vestidor con la camisa blanca del traje y la corbata en la mano. Fingí que la visión de su torso desnudo no me aumentaba la temperatura corporal y no me entraban unas ganas terribles de terminar de desvestirlo.

Me acerqué a él lentamente y le abroché los botones de la camisa pasando suavemente un dedo por todo su pecho. Lucas sonrió como si fuera una dulce tortura. Luego cogí la corbata y se la anudé con lentitud en el cuello.

-Vuelve pronto.

-Puedes estar segura de ello.

Después de despedirme de Lucas fui a darme un largo baño y al salir mi móvil empezó a sonar insistentemente. Era mi madre. Fruncí el ceño, ella nunca me llamaba.

-Hola cariño ¿Cómo estás?

-Bien –respondí lentamente. No me había recuperado de la sorpresa.

-Beth, estaba pensando que como tu padre ha salido a arreglar unos asuntos tu y yo podríamos tener una tarde de chicas ¿Qué te parece?

-Vale –acepté con el mismo tono lento y reticente de antes.

-Bien, entonces te espero en una hora. Hasta luego cariño –dijo y colgó.

Me quedé de pie con el teléfono pegado a la oreja y con la sensación de no tener ni idea de lo que acababa de pasar.

No quiero enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora