CAPITULO 10 “La noticia”
Johanna…
Me desperté, en realidad no conocía nada de lo que me rodeaba, vagamente creía por que me encontraba ahí, ni siquiera recordaba como era había llegado, pero lo único que realmente me importaba en ese momento era aquel conjunto de sensaciones que había sentido algunas cuantas horas antes, esas sensaciones tan inigualables que solamente Abraham me sabia hacer sentir.
Abraham, pero que hermoso y melodioso nombre tenia, y ni pensar siquiera en aquel cuerpo que parecía hecho con photoshop, o labrado en el Olimpo por los dioses, el se había convertido en el centro de mi mundo, sin saber en que momento, el llego tan de repente a mi vida, y el ahora se encontraba ahí, parado cerca de la barra de su cocina, preparando, yo que se, supongo que algo para desayunar.
Las palabras no bastarían para describir que tan hermosamente perfecto se veía haciendo el desayuno, su cuerpo perfectamente bronceado, sus brazos tan protectores y sofocantes, si así es, sofocantes, pero yo quería ahogarme en ellos, y si se pudiese lograr desfallecer entre ellos.
Aquellos ojos negros como la noche, eran justamente como los recordaba, aquellos, tan llenos de misterio y encanto, con un brillo excepcional.
Estaba anonada, mirando a hurtadillas sus glúteos, eran realmente perfectos,- reí entre dientes cuando pensé en eso, al parecer no fue lo suficientemente bajo por que Abraham me escucho y fue entonces cuando se volvió para decir – Buenos días princesa, espero que hallas descansado, déjame decirte que hoy te ves mas hermosa que ayer-
Mis piernas se derritieron al escuchar esas palabras, jamás nadie me había hablado de esa manera, era tan delicado y caballeroso y amable, y tenía una voz tan varonil.
-Gracias- me quede prácticamente muda y no supe que mas decir, sus ojos hacían que me perdiera en ellos, el tenia ese extraño don, cuando me encontraba cerca de el, no podía pensar en nada mas, ni siquiera en mis actos, ni en lo que ocurría a mi alrededor, literalmente me perdía en el.
-Prepare panecillos y un poco de chocolate caliente- me dijo mientras yo seguía reposada en la cama admirando su belleza, hasta el momento en que me pronuncio esas palabras me percate que bien olía, al parecer me había sacado el premio mayor, aparte de estar guapísimo, sabia cocinar, me incorpore y tome una camisa que estaba en el buro de alado.
Era del el, olía bastante bien, su hedor era muy particular, no recuerdo haber olido un perfume igual antes, un recuerdo volvió a mi mente ese olor era justo como lo recordaba desde la primera vez que lo vi, - ¿usas perfume?- le pregunte mientras olía su camisa discretamente.
– No princesa – me contesto,-Bien- le respondí en tono casi imperceptible y trate de caminar hacia la cocina lo cual me fue difícil después de que mis piernas se derritieran por segunda vez.
Me acerco una silla para sentarme, -al parecer es todo un caballero-, pensé mientras me sentaba y el me acercaba un plato con el desayuno, Abraham tomo otra silla y se sentó muy cerca de mi, en realidad estaba nerviosa, no quería que se sentase tan cerca, ya que si el me rozaba tan solo un poco la piel, podía entregarme a el sin pensar en nada mas, tome un trozo del panecillo y lo lleve a mi boca sin decir palabra alguna.
Todo el desayuno transcurrió en silencio, aunque no necesitábamos palabras para describir que la conexión extraña que había entre nosotros.
Sentía como el me miraba fijamente con esos hermosos ojos, de vez en cuando volteaba para mirarlo y el me respondía con una sonrisa blanca y encantadora.
Mientras yo seguía comiendo, y el se limitaba a tomar pequeños sorbos de el chocolate que había preparado, me sentía totalmente feliz a su lado.
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Sensaciones Prohibidas (terminando y corrigiendo)
Teen FictionSensaciones Prohibidas es una historia de una cautivadora y hermosa mujer de 18 años llamada Johanna, quien es secuestrada por un apuesto joven, Abraham, quien al verla por primera vez queda encantado por su belleza tan única y especial, así que se...