|Prólogo|

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Touch Me, Kim Tae Hyung

El semáforo se burlaba de mi ... sí, sin duda lo hacía.
Ahora de pie, sola, esperando a que el maldito semáforo se digne a cambiar. Llegaba tarde a mi trabajo de medio tiempo.

Justo cuando desvío la mirada de la fosforecente luz verde me encuentro con una maletín Nike en frente de mí. Subo mi mirada hasta su cuello. Lindo. Subo más arriba, cabello corto y gris ... ¿gris? ¿Es viejo? Me río en voz alta sin querer y el ... Aciano delante de mí voltea un poco.
A mi poca altura, solo alcanzo a ver sus ojos.

Tiene audífonos puestos y unos lindos ojos. -Un aciano con lindos ojos- pienso. Me vuelvo a reír de ello y en eso la luz cambia -¡por fin!- el hombre me da un último vistazo. Debe creer que estoy loca.
Estoy a punto de seguir cuando veo que una motocicleta escandolosa viene rápidamente sin pensar en detenerse. Veo al hombre que sigue sin inmutarse y sin pensarlo doy unos pasos largos y lo agarro de su morral hacia atrás.

La motocicleta pasa como alma que va al diablo.

El hombre y todo su peso está sobre mí.

Y yo maldigo por el golpe. Tremendo porrazo.

El hombre al escucharme se levanta y yo me siento. Lo miro
No es viejo. Al contrario, es joven... más de lo que pensé. Piel algo oscura aunque no es para mucho, nariz recta, mentón cuadrado, ojos ocuros. Lindo.

- Te duele mucho?

Su cara de preocuoacion es mucha pero no es para tanto.

- ¿No debería? - ruedo los ojos risueña - Estoy bien pero es normal que me duela, tremendo golpe contra en suelo.

Para enfatizar toco mi trasero un poco.

- No me refería a eso - lo miro confundida y veo que dirige su mirada a mi frente.

La toca. Caliente, su toque es caliente. Una especie de extraña corriente pasa por mi cuerpo y hace que me erize la piel. Ni que esto fuese una novela de las que lee mi mejor amiga.
Pero estoy ida y él sigue con su mano en mi frente. Cuando la retira con él, se va esa calidez que sentía y veo que examina curioso su mano.

Sangre.

Luego dirije su mirada hacia su morral tirado a un lado: hay sangre en el. Me he dado contra la bragueta del bolsillo delantero.
Ahora soy conciente del dolor en mi frente y de la sangre cayendo por el costado de mi cara. Arrugo mi nariz por el repentino golpe de dolor.

Acerca su rostro al mío y quita un mechón de pelo de mi frente. Ese simple contacto me vuelve a calentar.

- Ahora sí, ¿te duele mucho?

Touch me, Kim Tae HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora