Touch me, Kim Tae Hyung

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Ella tenía miedo y estaba tan nerviosa a tal punto de no respirar.

Si no hubiese reaccionado a tiempo.... pero lo hice.
Volví a sentir su contacto y devolviéndole el favor le salvé.

Toco sin tantas ganas la herida de la bala en mi brazo. Me rozó apenas. Por suerte. Y por supuesto que recibí una gran reprimenda por ello. ¿Por qué Dios lo tiene que ver todo? Pero, Él -como siempre- tiene razón. No soy el que era antes, y ahora que tengo .... un  cuerpo real estoy más en riesgo del que pensé. Pero vale la pena.

Por ella.

Ya han pasado tres días desde ese accidente. Y sé que _____ aún lo lleva mal. No es solo el trauma, si no que ella esta buscandome. Me está buscando, quiere respuestas. Así que, dispuesto a dárselas, la espero debajo del mismo semáforo que nos reunio en este mundo.

Ella se veía muy linda ese día. Mucho más linda que veces anteriores.

¿Será por,qué ahora la veo a los ojos realmente?

La última vez, que creí haber tenido esta sensación de plenitud al mirar a alguien, fue ese día cuando nació _____. Era muy hermosa y me sentí lleno al verla llorar y luego dormirse en manos de su madre siendo arrullada por su padre.

Desde allí, no me he alejado de ella.
Desde allí, siempre he velado por ella.
Desde allí, la he cuidado y protegido.

Al principio creí que era por el sentir del deber de cumplir mi trabajo. Sin embargo, al contar las veces que rogué para que me dejaran cuidarla en lo que quedara de su vida y de los tantos intentos en saltarme las reglas del cielo y el inframundo y tratar de persuadir a Dios, me di cuenta que era más que eso.

La amo.

No soy bueno, Lo sé. Pero no soy malo, Tampoco. Aunque se supone que me categorizan así, no obstante, no siento que lo sea. Si no fuese así... no tendría sentimientos buenos por alguien, ¿no?

Es decir, no son solo los ángeles de Dios los que velan, cuidan, y protegen a las personas de la tierra. Aunque solo ellos son reconocidos y se llevan el crédito... nosotros no.

También hacemos ese mismo trabajo, solo que con otro tipo de personas.

-¡Iceman!

Llegó. Ella viene corriendo hacia mí y cuando llega a mi altura - apenas me llega al pecho - hace eso que tanto me gusta.

Me mira con mala cara arrugando la nariz. Hasta se ve más linda con ese ceño fruncido. Entonces hace algo que completamente no me esperaba. Me toma de la mano, me hala hacia ella para abrazarme con su otro brazo. No me lo esperaba, pero decido aprovechar la chanza.

¡Dios! ¡La amo!... ¿me escuchaste?

Y sé que no debe gustarle tanto la escena, me doy cuanta porque comienza a llover. Sin inmutarse, ella sigue con su cuerpo pegado al mío y, tratando de controlar mis impulsos carnales a tope me vuelvo a hacer la misma pregunta de siempre.

¿Solo por ser un jodido ángel del inframundo no merezco algun crédito?