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-Último capítulo-

Recuerdo la primera vez que lo vi.
El año anterior cuando se trasladó a Seúl para estudiar y yo... ya cumplía 6 meses de fallecida.
Cuando llegué al cielo, para sorpresa de todos no paso mucho tiempo de espera para mi primera misión, proteger a tae y traerlo conmigo:

- Sigo sin entender ¿por qué yo?, quiero decir, porque tan pronto voy a cuidar de alguien cuando no llevo tanto tiempo aquí.

- Tengo una misión especial para ti. Quiero que me traigas el alma del muchacho aquí.

- ¿Como lo haría? si el no está muerto.

- El lo está. El cuerpo que tiene es de alguien con muerte cerebral. La alma de tae es la que está encerrada y es lo único que le da vida a ese cuerpo por eso debes traerla aquí antes de que...

- ¿Antes de qué?

- Antes de que los del inframundo lo encuentren.

...

Bien, entiendo lo que tengo que hacer, pero ¡por que me toca a mí cuando hay más Ángeles experimentados rondando por ahí!

¿Y si lo arruino todo?

Saco de mi cabeza esos pensamientos y me concentro en tae. El chico está jugando videojuegos en su casa y yo estoy a su lado. Después de una semana de habernos encontrado, como todo estaba planeado, él y yo nos volvimos cercanos.
Da lástima pensar que esa no es la vida que le toca vivir. Y me siento aún peor cuando "su madre" me cuenta su historia.
El se llamaba Kim seok jin, y estuvo en coma durante más de 3 años. Pero de un día para otro, el despertó aunque en él todo era diferente. No recordaba nada excepto un nombre con el cual quedó bautizado ante los ojos de los demás: kim tae Hyung.
Su alma es tae, pero, en el cuerpo de Jin. Me duele el saber que tengo que alejar a jin de sus padres, pero él no debe estar aquí.

Y sin más, una noche decido llevarlo de fiesta.
Lo embriague lo máximo posible para hacer mas fácil la tarea. Se que a Dios no le debe estar gustando esto pero para mi es lo más fácil. Cuando estaba a punto de vomitarse todo lo que se moviera, lo llevo a un callejón para rodearlo.

- Tae sal de allí.

Sus ojos se distorsionan. El cuerpo de Jin aún lo controla. No tengo más que otra cosa que abrazarlo. Si siente mi calor de alivio, tae saldrá... creo.

- No quiero salir de aquí....

Funciona. !Esto funciona!, él que me habla ahora no es jin.

- Tae, tienes que dejar este cuerpo y venir conmigo.

- No. No puedo, si salgo los de abajo me encontrarán.

- Ellos no lo harán te lo prometo. Dios me dijo que te llevara al cielo...

- No me hables de ese gruñón. El me separó de la única mujer que amé, como podría confiar otra vez en el?

¿Que rayos dice?

- Quién sea que sea, tienes que venir conmigo.

Y para dar punto final al asunto, meto mi mano por debajo de su camisa y toco la marca de su espalda.

...

Cuando ella me tocó, todo se volvió blanco y brillante. No veía nada y me sentía mareado.
En minutos, mi vista se acopló a la luz y me sorprendo al darme cuenta que estoy en el cielo.

- Te he estado esperando.

El Dios con potente voz me da la bienvenida.

- Pensé que aquí podría verte ... en persona.

- No soy algo en específico, porque yo lo soy todo.

- Ajá... ¿para que me traiste aquí?

- Hay algo que te debía del pasado.

- ¡No me digas! ¿Me devolverás a mi chica? - todavía tengo el recuerdo de ella pero en mis sueños nunca he visto su rostro.
Es decir, se que existe. De un momento a otro, en mi llegó ese recuerdo de haber amado a alguien. Pero, más fuerte es la incertidumbre por no saber quién es.

- Sí - esa respuesta no me la esperaba y a juzgar por el rostro de la angel sé que tampoco lo veía venir- se que no la recuerdas totalmente pero tanto la llegaste a amar que aún permanece su imagen en tus sueños y tienes vivido tu impresión con ella. Pensé que cuando llegara el momento ustedes dos se olvidaría el uno al otro, pero tu desafiaste al destino.

Tengo la sensación de saber quién es pero no quiero adelantarme a los hechos. Mi amada que ha estado en mis sueños tiene un tatuaje de dragón y dada la casualidad que la chica con la que he estado estos días tambien lo tiene.

- Dimme quién es.

Como si Dios la empujara hacia mí, la chica a mi lado cae en mis brazos.

- Es ella.

Touch me, Kim Tae HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora