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-Listo, está mejor ahora.

Sonríe. Linda sonrisa, enserio.

Aún estabamos sentados sobre la acera a la espera de no se qué. Según él, era mejor no ponerme de pie hasta que el creyera posible y según yo... sobreexagera mucho.

- Estoy bien, te lo juro.

Y no se diga más. Me levanto cuidadosamente y ante la mirada del desconocido sonrió y me muevo de un lado a otro.

- ¿Ves? - me toco la gasa que me puso en la frente - estoy mejor, no es para tanto.

Luego me golpea la realidad.
¿Por qué sigo con este desconocido y por qué siento tanta familiaridad con él?

Luego llega otro golpe más duro.
Joder, ya me despiden del trabajo.

Miro el semáforo y de nuevo, está en verde. Ruedo los ojos y maldigo en voz alta.

-No debes decir maldiciones _____.

Me burlo. Ni que fuese mi padre. Nunca tuve y no me interesa tener uno ahora. A la mierda con él.

De repente llega un tercer golpe de la realidad. Estúpida realidad y sus golpes.

- ¿Como sabes mi nombre?

No responde y su rostro serio me asombra.
¿Y la linda sonrisa de antes donde quedó? Parece un hombre frío... extraño.
El semáforo cambia y yo doy un paso para irme obviando su falta de respuesta, cuando me toma la mano y ésta vez su toque es frío.
¿Frío?

- Sueltame- lo miro - ahora- no lo hace y su toque particularmente helado quema mi brazo. Creo que si me estoy volviendo loca- ¡sueltame ya! - arrugo la nariz y grito enojada- ¡duele!


Su rostro vuelve a ser el de antes y retirando la mano de mi brazo se disculpa. Eso es lo mínimo que puede hacer. Ahora tengo una jodida marca en mi brazo y mi enojo es aún mas grande.

-Tarado- digo entre dientes. me doy la vuelta pero esta vez en dirección a mi casa, ya no me apetece ir al trabajo. Ya da igual.

Cuando estoy a una conciderable distancia me detengo y doy media vuelta hacia el.

- Oye tu, ¡Iceman! - me río en mi interior ante esa ocurrencia de nombre. Me quito la gasa que me puso y la tiro al piso. Mi mala leche me esta controlando - gracias por nada.

...

Ella es .... increíble.
Con su mala actitud y todo, aún es increíble.
Lo que no acepto es que piense tan ... pesimistamente.

"Ni que fuese mi padre. Nunca tuve y no me interesa tener uno ahora"

¿Por qué piensa eso? Desde que era pequeña ha sentido la ausencia de un hombre que la cuide y yo más que nadie sé eso. ¿Por qué miente? ... ¿Por qué me miente?¿Será por que no me reconoce?


- ¿Y cómo podría según tú?- siempre me sorprende cuando habla de la nada. Esa voz tan... imponente que da miedo.

- Tiene razón - me resigno.

- Tae - me llama - no te envíe aquí para que te resignes así, tienes solo hasta el tercer círculo de tiempo, recuerdalo.

- ¿Por qué tan poco tiempo? - pregunto - _____ no es un caso así de fácil, ¿no puede darme más tiempo?

No oigo respuesta.
Miro al cielo en busca de ella.

-Dios- le llamo - ¿eso es un no?

Touch me, Kim Tae HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora