Touch me, Kim Tae Hyung

11

-Esos malditos se la llevaron y yo no tengo como regresar con ella.

Han pasado 2 días desde que se fue y no se que atrocidades debe estar pasando mi _____, me carcome tanto la impotencia que siento al no tener ni la más mínima idea de dónde podría estar.

- ¡Dios! ¿No me oyes? ¡Llevo hablándote todo el día Joder!

No hay respuesta... otra vez.

Todo es mi culpa. Yo dejé que se alargará el problema y ahora no se que hacer para solucionarlo.
Tengo prohibido regresar al infierno como para pedir ayuda, aquí mucho menos y ella está ahora como rehén.

Ellos me quieren a mí. No se dónde carajos están. Todo sería más fácil si ambos ya.... ¡oh, eso es! Siempre cuando estábamos basándonos era yo quién se detenía. No quería que se fuese a más que besos. No, no es que no quería... porque si lo deseo pero, no creía que fuese el tiempo adecuado de hacerlo, y ahora me arrepiento.

Resulta que si los dos... hacemos el amor, ya el en enlace de nuestros cuerpos estaría completo al 100% y con esto lograr que yo pueda compartir mis pensamientos, mis sentimientos con ella y que así como yo la puedo curar, ella pueda hacer lo mismo.

Me recuesto en su cama, me relajo un poco y concentro todas mi energías en sólo pensar en _____.
Talvez así, aunque no lo hayamos hecho, pueda yo comunicarme con ella... eso creo. Cierro los ojos con fuerza y llamo a su nombre pero no pasa nada. Me levanto de la cama y voy a su cuarto de baño.
Recuerdo lo que me dijo Dios sobre las terribles maldiciones que nuestra relación traerá pero decido quitar esos pensamientos de mi cabeza.

Me detengo frente al espejo y me quedo allí repitiendo su nombre aunque se que no va a funcionar. En ese momento una brisa fría proveniente de la ventanilla del baño tumba una cuchilla de razurar de ____. Al impactar contra el suelo la cuchilla se desprende de la maquinita y yo me la quedo mirando alucinado.

¿Eres tú Dios?

Tomo la cuchilla y apenas la tengo en mi mano viene a mi otra idea.
Con mis dedos sostengo la cuchilla y abro mi mano izquierda. Corto mi piel.

Sangre.

Me sorprendo al no sentir dolor y sonrío al recordar lo que pasó en el semáforo. Ella sangraba por el costado de su frente y yo toque esa sangre. Con eso en mente salgo del cuarto de baño rápidamente y alcanzo mi mochila.

sólo espero que siga allí.

Si, lo está. La gaza que ella tiró al suelo y que yo le puse tiene sangre seca. La acerco a mi mano sangrante y regreso al baño.
Cuando la gaza no sólo tiene su sangre si no la mía también, la esparso por la superficie del espejo y con mi dedo índice escribo su nombre y el mío.

Que funcione.... que funcione

El espejo comienza a quebrarse y el ruido seco de todos los pedazos de espejo que caen al suelo me deja sin respiración. Alzo la mirada y ahí está. Ella, amordazada y dormida en el suelo. Agudizo más la vista para verla mejor y me percato de que tiene múltiples golpes, rasguños y marcas de quemaduras por todo su cuerpo. Observo con cuidado el lugar en busca de una pista pero me sorprendo al notar un atrapasueños colgado arriba del cuerpo inconciente de ____.
Y luego me doy cuenta de lo que significa.

Salgo corriendo de la casa de mi novia y me quedo de pie al notar el césped del pequeño jardín del patio trasero. Lo veo pero no siento su picor en mis pies... No siento la lluvia que empieza a caer y tampoco siento el dolor en mi mano. Esto lo confirma todo.

- Esto no es real.

Me digo a mí mismo y regreso corriendo a la casa. Las marcas de sangre que derrame en la corrida desaparecen y cuando regreso al baño, ya no hay vidrios rotos y el espajo está intacto.
Miro mi mano y no hay sangre y la misma cortada ya no está.

Mierda.

Volteo mi rostro y veo al causante de esto.

- Absalon.

El traidor del inframundo ni corto ni perezoso comienza a reírse.

- Me divertí mucho contigo y tu chica -camina hacia mí y me escrudiña con su mirada - vendré a jugar la próxima vez Kim Tae Hyung.

Y sin más desaparece llevándose con él toda la situación que armó. Ahora estoy de regreso dónde todo empezó, enfrente de la bodega abandonada y con ____ detrás mío como si no nos hubiésemos movido de allí.
Ella agarra fuertemente mi camisa y antes de que se desplomara al suelo, la atrapo.

- Tae...- dice apenas mi nombre. Está temblando.

- Tranquila- la abrazo- todo fue un sueño... un terrible y espantoso sueño.