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"El pipa" se acerca. Lo estoy sintiendo.

- Hobi, ¡por Dios! - Ese chico logra exasperarme tan rápido.

A Hoseok, alias hobi -o "el caballo" como lo conocen en la escuela- le tiemblan tanto las manos que no creo que sea capaz de quitar el cerrojo de la caja fuerte del banco.

- Calmate ____ - me dice nervioso y por su cara creo que ya se dio cuenta de que estamos a punto de ser cachados.

- _____ - siento un toque en mi hombro desde atrás - mira.

Nam, que por un momento estaba al margen de la situación, me muestra la cámara exterior hackeada desde su computadora en dónde se ve al profesor de matemáticas alias "pipa" junto a un guardia de seguridad detrás de la puerta del salón en donde estabamos.

¿Creyeron que robabamos un banco de verdad?

El salón de matemáticas, o como le decimos mis amigos y yo : "el banco", es el salón más grande y el más protegido de entre todos los demás. Con cámaras de seguridad afuera de el, y con protección AntiIntrusosQueQuieranRobarExamenes.
Sí, es esa maldita caja fuerte.

- ¡Listo! - la abre por fin.

Justo cuando tenemos los examenes en nuestras manos, Nam toma rapidamente unas fotos y en el momento en el que estabamos regresandolos a su lugar la puerta se abre.

Nam se esconde detrás de la puerta; Hobi, en el pequeño espacio entre la pared y el armario y yo ... yo no se ni como respirar.

Oigo un disparo, acompañado de un grito y lo último que siento es una mano caliente llevandome con ella.

...


-Se los juro- le tomo la mano a Nam y lo halo hacia mí - ¡Así!, algo me haló- Hobi se ríe de mí. Y con esa risa tan suya que hace que más de uno en el comedor de la escuela, se voltee a mirar.
Creo pensar que es por lo absurda que debo estar sonando, pero luego miro el rostro sonrojado de Nam enfrente de mí y soy conciente de que no solo se ríe por eso. Lo suelto y obviando como Nam se rasca el cuello nervioso miro a hobi.

-Hoseok, lo digo enserio- quiero que me crean. Eso fue de verdad, ¡lo senti!

Esa noche de regreso a casa no puedo dormir. De nuevo. Pero, a diferencia de la noche anterior no pienso en el susto que me di cuando casi soy vista y casi me ganaba el disparo. Esta vez pienso en la mano que evitó que todo eso sucediera. Y sentada en el tejado de la casa enfrente de mi ventana miro al cielo y de repente llega ese conocido golpe de la absurda realidad:

Mano caliente. Inceman.

-Tengo que encontrarlo.

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Touch me, Kim Tae HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora