Dos días después, Marinette decidió olvidarse de Chloé y de sus compañeros respecto al tema. Se sentía más animada ahora que sabía lo que en verdad importaba para ella.
Ahora Marinette ignoraba por completo a Adrien y Chloé cada mañana en la escuela, creyendo que era lo mejor y se ahorraría demasiados problemas de tensión.
El timbre del Instituto Françoise Dupont sonó, así que los estudiantes comenzaron a salir de los salones, entre ellos Alya y Marinette, quienes conversaban animadas. Después de bajar las escaleras, el cuaderno de Marinette cayó por accidente al suelo y se inclinó para sostenerlo, misma acción hecha por un joven frente a ella.
Sus miradas chocaron.
Era Luka.
—Aquí tienes —se lo entregó.
—Oh, eh… Gracias, Luka —sonrió Marinette.
Desde lejos, Chloé cruzó los brazos observando la escena con molestia.
—Nos vemos mañana, Mari —se despidió Alya pasando a un lado de la mencionada.
—Nos vemos, Alya —respondió Marinette también dispuesta a irse.
Luka estuvo por tocar el hombro de la azabache para llamar su atención, pero en cuanto ella volteó, ambos se quedaron inmóviles. Luka apartó su mano con una leve sonrisa.
—Luka, ¿qué sucede? —preguntó Marinette.
—Lo siento, yo… Quería preguntarte si te gustaría que habláramos… ¿En el parque? —dijo Luka manteniendo su firmeza.
La azabache se sonrojó.
—Claro, quiero decir… Sólo debo avisarle a mi mamá… —respondió.
Estaba nerviosa. Creyó que era por el malentendido ocurrido hace dos días, aunque esto se convirtió en duda cuando Luka asintió con una sonrisa.
Desde lejos, Adrien había observado aquella escena con seriedad y Plagg simplemente lo mirada confundido desde su escondite.
[…]
En el parque, Marinette caminaba con Luka con tranquilidad. Se había acostumbrado a su presencia desde que lo conoció, pero también le parecía una agradable sensación.
—¿Te gustaría un helado? —preguntó Luka al ver un puesto de helados.
—Eh… Claro… —asintió Marinette con una sonrisa.
Entonces Luka tomó la mano de Marinette con delicadeza para llevarla al puesto, acción que sobresaltó un poco a la joven. De alguna forma, le recordó cuando Adrien la llevó a la pista de baile de la misma manera.
Pero sin la misma persona.
Después de pedir los helados, Luka le entregó uno a Marinette.
—Oh, gracias —agradeció la azabache, recibiendo una sonrisa de afirmación.
Y sin más, siguieron caminando en silencio. Marinette decidió preguntar para llevar a cabo una conversación, pues observó que Luka no tenía intenciones de hacerlo.
—¿Y… De qué querías hablarme? —preguntó.
—Cierto —respondió Luka sonriendo—. Quería saber cómo estabas… De los rumores.
Marinette se detuvo en seco.
—Yo… Bueno… Estoy bien… Diría que es así mientras evito a las personas… Y… Tal vez no sea el mejor remedio, pero… Me ayuda a pensar en cosas que realmente importan.
Luka sonrió al escuchar aquello. Después de un tiempo, ambos ya estaban sentados en el parque.
—¿Puedo decir algo? —preguntó Luka serio.
—Claro —asintió Marinette.
—No toleré la forma en la que Chloé te insultó… Estaba enfadado… Supongo que tú también lo estabas en ese momento, ¿no es así?
—Sí… Esa presumida cree que puede meterse en mis problemas —cruzó los brazos.
—¿Un problema? ¿Crees que el bebé es un problema para ti? —interrumpió.
—¡No no no! —se incorporó en el asiento—. No me refería a eso, yo sólo… No creas que Louis sea un error para mí, al contrario... Sólo… ¡Estoy harta de Chloé y de Adrien! Quiero que este infierno acabe.
Marinette colocó ambas manos sobre su rostro para cubrirse y Luka seguía sorprendido por escuchar eso. Fue entonces cuando la azabache sintió unos brazos rodearla, sonrojándose.
Luka la estaba abrazando. Sus ojos estaban cerrados, expresando seriedad.
—Te entiendo… Debe ser duro lidiar con esa clase de personas —murmuró.
—¿Lo… Lo entiendes? —cuestionó.
Luka asintió, separándose de ella.
—Eres una persona fuerte, Marinette… Jamás había conocido a una chica como tú… En serio...
—¿En serio? ¿Ni siquiera tus fans? —sonrió.
—No, ni siquiera mis fans —correspondió al gesto.
Ambos se miraron a los ojos. El ambiente se volvió silencioso, pero no era para nada incómodo. Desde que se conocieron, disfrutaban de la compañía del otro. Y Luka, por primera vez, sentía algo por alguien, así como la música.
—Marinette, sólo quiero que sepas… Que pase lo que pase, estaré para ayudarte… Y defenderte, si es necesario.
Marinette sonrió.
—Gracias... Y también te agradezco por acompañarme varias veces… Nunca llegué a decirlo, pero en serio… Gracias.
—De nada, Mari —sonrió Luka, pero su sonrisa se borró por completo—. ¿Está bien que te diga así? Es que… Escuché a Alya decirte así, entonces…
—Sí, está bien —soltó una risa.
—Bueno…
Fue entonces cuando a Luka se le ocurrió una idea.
—¿Te gustaría que saliéramos este sábado? Te llevaré a donde tú quieras y… Sería bueno si te distraes… Puedes llevar a Louis contigo si quieres.
Marinette se puso a pensar. Tal vez era una buena oportunidad para olvidarse de sus compañeros, de los rumores y sobretodo de lo que las personas opinaran al respecto.
En ese tiempo de silencio, Luka se arrepintió.
—Tal vez… No te parezca bien…
—¡No! Claro que sí —Marinette sonrió tímida—. Me encantaría.
Luka sonrió al escuchar eso.
Pero desde lejos, cierta persona no estaba feliz.
Adrien los observaba escondido en un árbol, hasta recargar su espalda, soltando un suspiro.
—¿Qué? ¿Acaso es buena idea espiar a la chica que sufre de depresión por tu culpa? —preguntó Plagg cruzando los brazos.
—No lo sé, Plagg… Me siento extraño haciendo esto —confesó.
El rubio bajó la mirada con seriedad.
—Luka y Marinette…
—Vas a necesitar ayuda, ya que no podré ayudarte —dijo Plagg.
Dicho eso, Adrien los miró por unos segundos, hasta retirarse rápidamente. Sólo Marinette se dio cuenta de esa presencia desconocida.
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Un Pequeño Milagro [Adrien & Marinette]
FanfictionCuando Marinette Dupain-Cheng es rechazada por Adrien Agreste, su gran amor, pronto la presencia de un pequeño milagro podría cambiar su vida, pero sobretodo una oportunidad para regresar con esa persona a quien amó, a pesar de que algunos estén dis...