Un Pequeño Milagro [Adrien & Marinette]

Capítulo 16- Dolor Contenido

Pasaron algunos días desde el incidente.

Hasta que finalmente llegó el último día de clases.

Los estudiantes de Françoise Dupont estaban más que entusiasmados por comenzar sus vacaciones de verano. Marinette tenía muchos planes en su mente y Adrien tenía sólo uno: recuperar al amor de su vida.

Sin embargo, Marinette seguía molesta con Adrien por haber tratado mal a Luka y, aunque la tensión entre los dos no aumentó como se esperaba, algo debía cambiarlo todo.

Y este día sería el momento.

—¿Y ya sabes lo que harás en estas vacaciones, Mari? —preguntó Alya bajando las escaleras junto con ella.

—Sí, me dedicaré a hacerle más ropa a Louis, llevarlo al parque y…

Marinette se detuvo por un momento, sonriendo.

—Parece que será todo dedicado a Louis —comentó la castaña cruzando los brazos—. ¿Habrá algún espacio de tiempo adicional? Ya sabes, para estar con tu familia y… Con tu mejor amiga.

—Claro que sí, Alya —la abrazó riendo—. Haremos muchas cosas, créeme… Lo puedo sentir… No desaprovecharía ningún día.

—Me gusta cómo piensas, y hablando de aprovechar, ¿te ayudo a hacer la ropa de Louis? —propuso.

—¿Hablas en serio, Alya? —preguntó sorprendida.

—Claro, sirve que desarrolle mi habilidad de costura —guiñó el ojo.

Marinette asintió con una gran sonrisa. Últimamente ambas pasaban más tiempo juntas y eso las hacía mucho más cercanas, pero la azabache todavía no sabía la verdadera razón.

—Marinette.

La mencionada volteó a ver a Luka, quien caminó tranquilo hacia ella.

—Hola, Luka —sonrió Marinette.

—Luka, escuché que darás otro concierto, ¿no es así? —habló Alya ajustando sus lentes.

—Sí, por supuesto ambas están invitadas —asintió Luka—. Pero…

Ambas lo miraron curiosas.

—Marinette, me gustaría hablar contigo a solas.

—Oh… Claro —respondió la azabache.

Miró de reojo a la castaña, quien sólo asintió y se despidió. Luka y Marinette comenzaron a caminar hacia uno de los salones en medio del silencio. Sin embargo, fueron vistos por una persona.

—Alguien está celoso de nuevo —comentó Plagg desde el bolsillo de Adrien.

—Ahora no, Plagg —Adrien rodó los ojos.

—Apuesto a que en un par de segundos vas a espiarlos.

Adrien suspiró, caminando hacia una dirección.

En el salón vacío de clases, Luka y Marinette entraron y en cuestión de segundos ambos se encontraban mirando hacia una ventana.

—¿Cómo está Louis? —preguntó Luka, intentando iniciar una conversación.

—Él está bien —respondió Marinette con una sonrisa—. Pronto cumplirá un año, no puedo esperar a que diga su primera palabra y… Cada día aprende más… Es muy tranquilo.

Luka observó la chispa en aquellos ojos azules y también sonrió.

—Eso es gracias a ti, Marinette.

La mencionada volteó a verlo curiosa.

—Lo digo en serio, has cuidado y educado excelente a Louis… Todo lo que me cuentas sobre él y ver tu sonrisa, es lo que me hace creer que estás haciendo muy bien —continuó.