Pasaron algunas horas.
El cielo despejado de París se oscureció, mostrando las estrellas que rodeaban la Luna, quienes eran testigos de un héroe que saltaba techo tras techo.
Dispuesto a remediar su relación con Marinette, su compañera de clases, de batallas, pero sobretodo, lo que más deseaba él, era convertirla en su compañera de vida.
Chat Noir aterrizó en el último techo, mostrando de frente el balcón de Marinette. Su respiración era entrecortada. Consiguió huir de casa lo más pronto posible, sin que nadie se diera cuenta.
—Marinette —murmuró Chat Noir.
Llegó hasta la ventana de su habitación y escuchó unos sollozos, y no eran precisamente de Louis. Intentó ver por dentro, pero todo estaba oscuro, salvo apenas una silueta de alguien llorando en una silla, cubriendo su rostro con ambas manos.
Chat Noir no pudo evitar sentir las lágrimas en sus ojos, sintiendo su corazón arder de dolor por verla así.
Así que decidió entrar.
Se acercó a Marinette abriendo silenciosamente la ventana y la abrazó por detrás con los ojos cerrados. La azabache se sobresaltó y volteó detrás suyo.
—¿C… Chat Noir? —se incorporó de su asiento.
—Marinette, ¿qué sucede? ¿por qué…?
Marinette se alejó de él lentamente y Chat Noir se percató de ello. En sus ojos azules pudo notar el miedo y fue entonces cuando lo entendió.
—¿Qué... Qué haces aquí? Yo… Pensé que no volverías —murmuró Marinette.
Y frunció el ceño.
—Vete.
—Marinette, espera.
—¡Vete, Chat Noir! ¡No quiero volver a verte! —gritó.
Chat Noir se acercó para tomarla de las muñecas, pero Marinette intentó apartó bruscamente.
—¿Por qué haces esto? ¿Qué pasa? —preguntó el rubio preocupado, forzando su agarre.
—¡Eres un idiota… Un traidor! ¡Me dijiste que no te irías, me prometiste que no me abandonarías cuando te revelé mi identidad y fue lo que exactamente hiciste! ¡Te odio! —respondió entre sollozos desconsolados.
—Por favor, Marinette, sé que tardé en volver, pero necesitaba tiempo para pensar en eso, es todo —dijo sincero.
—¡Pues te tomaste demasiado tiempo para hacerlo! —gritó.
A punto de que Marinette se soltara del agarre, Chat Noir la atrajo a tiempo, rodeando sus brazos para abrazarla con fuerza.
—¡Suéltame! —Marinette comenzó a golpear su torso con sus puños.
—Estoy aquí, Marinette… Estoy aquí… No me iré a ninguna parte… —susurró Chat Noir entrecortado.
Los golpes de Marinette cesaron, hasta escucharse sólo sus sollozos en voz baja. Ambos seguían abrazados, aferrados mutuamente, algo que a Chat Noir le resultó confortante.
Su corazón latía con fuerza y Marinette pudo darse cuenta de ello al tener su cabeza sobre su pecho.
—Yo… Yo confié en ti… —murmuró la azabache entrecortada—. No sé cómo, pero… Creí que… Finalmente podría… Confiar en ti… Después de todo este tiempo…
—Marinette —Chat Noir apretó los ojos.
Fue entonces cuando escucharon a Louis, desde la cuna, quejarse con los ojos cerrados, llamando la atención de los presentes, y en cuestión de segundos el pequeño comenzó a llorar con fuerza.
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Un Pequeño Milagro [Adrien & Marinette]
FanficCuando Marinette Dupain-Cheng es rechazada por Adrien Agreste, su gran amor, pronto la presencia de un pequeño milagro podría cambiar su vida, pero sobretodo una oportunidad para regresar con esa persona a quien amó, a pesar de que algunos estén dis...