Capítulo 3

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Ojalá pudiera decir que los días pasaron volando, o que ya no recibí castigos pero sería una total mentira.

Las cosas se fueron poniendo cada vez más feas.

Cada día nos sacaban del sótano para que Rose (La ramera) nos enseñara diversas cosas para complacer a los clientes con juguetes sexuales y demás cosas.

Pensar en escapar era algo que en el primer día de mi "entrenamiento" descarte. Habian hombres armados hasta los dientes, los cuales tenían órdenes de tirar a matar por si alguien intentará escapar.

En el sótano habían cerca de quince chicas contando conmigo y en la casa habían otras veinte. Todas éramos juntadas durante el día, así conocí a Diane, Bree y Alice.

Las tres son chicas buenas a su manera y nos hemos unido de alguna forma. Al principio fuimos recelosas Diane y yo pero con el tiempo fuimos forjando como una hermandad ella, Bree,Alice y yo (Cosa que ninguna de las demás hacían)

Las tres son mis balsas de salvación.

Diane y Bree viven en la casa.

En la casa viven las mujeres que no eran vírgenes cuando las trajeron, algunas de ellas son prostituidas por la noche y otras siguen en espera.

Las que estamos en el sótano también estamos en espera ¿A qué? Pues a que nos lleven a otro país para ponernos en venta, mi estómago se revuelve al pensar en el túnel sin salida en la que me encuentro.

No puedo creer que Sandra haya sido tan estúpida de meterme en este lío ¿Sabría sobre esto?

Hace un calor de los mil infiernos y estamos ejercitandonos en equipos.

Como todos los días estoy con Alice, Bree y Diane platicando sobre nuestras fantasías de escape mientras hacemos lo que se nos indica.

- ¡No puedo hacer esto! ¡Por favor déjenme ir! -Volteamos a ver el espectáculo que se presentaba.

Observo como la chica que trajeron ayer estaba forsejeandose contra Rose la cual estaba enseñándole a ella y a su equipo de como bailar de manera seductora.

- Carajo, esto no va a acabar bien -Volteo a ver a Diane, sus ojos azules demuestran irritación- ¿No le advirtieron?

- Claro que le dijimos, pero creo que le importa una mierda -Alice habla entre susurros- espero por su bien que sólo le den una golpiza.

Se escucha cruel pero es el mejor castigo. Siempre antes de comenzar Andrés nos recordaba las consecuencias de desobedecer. Todas sabemos que un acto de rebeldía tendria una horrible consecuencia y eso sería ser torturada o encerrada en la caja.

La caja era malditamente mi mayor temor por ahora. Si te portas mal o no haces lo que te dicen te dan una golpiza y ellos te atan y te amordasan, luego te meten en un ataúd con agujeros. Cabe destacar que te inyectan algo para que te paralices, ocasionando que estés como en estado vegetal... según las palabras de Diane y Alice, ya que ellas lo experimentarón de primera mano en la primera semana de su estadía.

Dios no quiero imaginar lo que sería estar ahí, si me han castigado de otras maneras pero nunca me han metido a la caja.

- Es su primer día está asustada -La voz de Bree refleja compasión- No es para menos que esté así.

-Todas estamos asustadas, no es la única que está pasando por este infierno. Sabe que también nosotras podemos salir perjudicadas -Mi voz suena cansina- ¿Oh no?

Diane, Alice y Bree asienten.

Últimamente ahora por el error de una se castiga a todas. Por eso no he hecho algo estúpido, no quedó que las demás paguen por algo si no han hecho.

Miro con detenimiento a mis compañeras de purgatorio, las cuatro tenemos tez pálida pero en lo demás somos distintas.

Diane tiene el cabello cobrizo con unos impresionantes ojos verdes. Es como nuestra líder, siempre sabe que decir para reconfortarnos, por fuera parece una persona fría y calculadora pero en el fondo es una persona cálida y leal.

Alice con su cabello negro-azulado y sus ojos azules de un color fuerte le dan un aspecto salvaje y sombrío, lo cual de verdad va de la mano con su personalidad.

Bree a pesar de todo es la chica más dulce que he podido conocer, su cabello rojo tan llamativo y sus ojos grises le dan un aspecto fuerte pero ella es un poco inestable hablando emocionalmente.

Cada una ha sufrido un infierno aquí. 

Yo soy... ¿Cómo decirlo?... ¿Rara? La verdad es que no era una persona sociable, me tensaba cada vez que alguien trataba de hablarme. No puedo sacar temas de conversación, cuando trataba de hacer amistades siempre decía cosas incoherentes o no sentía que a las personas les importara lo que yo decía. Nunca tuve amigas, solo tuve un amigo en toda mi vida y luego desapareció. Para mí la felicidad se basaba en estar encerrada en mi habitación rodeada de todo lo que me gusta. Tenia tantos libros por leer y tantas series por ver que me desvelaba día con día, cada vez que escucha pasos por el pasillo cerraba mi laptop rápidamente y me acostaba fingiendo dormir. Incluso lo hacia cuando estaba con Sandra, eso era mi vida nocturna, en el día trabajaba y en verdad me ayudaba a distraerme. Las clases de actuación hacían que de alguna manera saliera de mi caparazón, es como si se tratara de otra persona. No era la típica nerd, si, tenia buenas calificaciones pero era más bien la astucia de aprender lo que necesitaba por un breve momento, ya después me olvidaba de lo que aprendía.

No puedo decir que no haya tenido algún novio, sin embargo las relaciones no duraban mucho pues no contaba con el tiempo pues tenía que trabajar.

Sonará tonto, pero en realidad de esta experiencia por primera vez sentí lo que es una verdadera amistad. Gracias a las tres chicas que tengo a mi lado no me siento desolada, mi afecto por ellas va en aumento y eso es lo que me preocupa.

En este lugar todas estamos condenadas, un paso en falso y estas muerta. Me preocupa que es lo que les pueda pasar, he perdido tanto y aunque no lo quiera decir en voz alta, sé que las puedo perder.

- ¡Aquí no se aceptan berrinches mocosa, ¿Por qué siempre son tan ruidosas?- Tadeus llega con aire de superioridad junto con la doctora, usualmente no está cuando salimos, siempre esta ocupado haciendo sus asquerosos negocios con gente tan repulsiva como lo es él. Aquel viejo que me dió la bienvenida es el jefe, siempre vistiendo de forma elegante, Es un maldito - ¡Doctora! Dele un tranquilizante y enciérrenla, yo tengo algo que anunciarle a estas jóvenes.

Todas vemos como se llevan a rastras al cuerpo inerte de la joven, cada persona presente volteamos a ver atenta y silenciosamente a Tadeus, que parece adquirir una expresión de satisfacción lo cual me da mala espina.

- He estado negociando, ya tenemos una fecha para trasladarlas -Mi corazón se acelera- Es dentro de cuatro días, se los aviso antes para que no se pongan histéricas, ya saben lo que pasa si no se comportan.

¡Mierda!






Keep dreaming ✌

-yulibeht-

The Actress [Saga Las Princesas Del Rey Diablo #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora