The Actress [Saga Las Princesas Del Rey Diablo #1]

Capítulo 19

- ¿No dirás nada? - Martha me mira de forma curiosa.

- ¿Por qué lo hiciste? -Mi cara no refleja ninguna expresión, no me sorprende que haya matado a un hombre y no soy quién para juzgarla pero por lo poco que pude tratarla no veo ninguna maldad fuera de lo común como para hacer eso.

- Ese desgraciado violó a mi hija y golpeó a mi hijo hasta el punto de mandarlo al hospital -Sus manos se vuelven puños- Posiblemente no lo entiendas pero una madre es capaz de todo por sus hijos.

- Tengo dos hijos -Digo de forma casual- aunque a veces con la familia que me cargo parece que tengo más.

- Vaya, pareces muy tranquila ¿No te preocupa dejarlos sólos? Digo, yo estoy preocupada por mis hijos y mi nieto.

- ¿Nieto? -Cuestiono y ella afirma.

- Mi hija quedó embarazada.

- Ya veo.

- ¿Entonces? -Me mira fijamente- ¿Dónde están tus hijos?

- A salvo -Me limito a contestar.

- ¿Por qué estás aquí?

- ¿Haz escuchado sobre la nieta del "Diablo Reyes"?

Asiente esperando a que diga más, yo hago un ademán mostrando mi cara y al final la comprensión llegó a ella.

- Wow, entonces todo ese alboroto que se escuchó fue por ti.

- Bingo.

- Viéndote bien, si pareces de armas tomar. Tienes como un aire que irradia peligro, bien dicen que eres una sanguinaria.

- Basta ya de tanto parloteo -Una guardia nos abre la reja- el festín está servido.

Nos levantamos de la cama y salimos, mientras caminamos Martha me indica en dónde queda todo, me señala a los grupos y a las mujeres solitarias a las que hay que tenerles cuidado.

Al entrar y formarnos a la fila para que nos den la comida todo el ruido se fue y el foco de atención era yo.

Ignoro todo y me dispongo a tomar una bandeja, la fila avanza rápido y el hambre se me va al ver la porquería que estaban dando. Esa cosa parecía pozole o alguna carne mezclado con Dios sabrá qué  y el recuerdo de cuando a uno de los secuestradores de Diane lo corté en trocitos para mandarlo a su jefe que había logrado huir junto con una nota de advertencia llena mi mente, Definitivamente comeré sólo el bolillo.

Todas siguen mis movimientos incluso después de haberme sentado junto con Martha en su lugar habitual, en la mesa las mujeres saludan con respeto a Martha y ella me presenta ante todas, yo sólo asiento cuando me saludan con temor y se presentan. El ambiente es incómodo pero una de las chicas llamada Paloma rompe el silencio y empieza a platicar logrando que la incomodidad se esfume.

Una mujer delgada que está sentada frente a mi no dice nada, sólo se limita a comer de forma rápida y cuando termina incluso raspa con su cuchara el plato como buscando que aparezca más.

- Ten, comelo -Le arrimo mi plato y me mira con sorpresa, nuevamente todas se quedan calladas. Blanqueo los ojos e intercambio su plato vacío por el mío, me mira con agradecimiento y comienza a comer con entusiasmo.

- ¿No tienes hambre? -Martha me susurra y niego con la cabeza mientras le doy un mordisco a mi bolillo- Has hecho tu acto del día.

Me sonríe con calidez para después voltear hacia las mujeres que piden su atención ¿Acto del día? Me ahorro el estar dando explicaciones y con lentitud mastico con la esperanza que el hambre se disminuya.