Capítulo 4

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El miedo se sentía en el aire, ninguna se atrevía a hablar sobre la noticia pero todas estábamos preocupadas.

No fue muy fácil escuchar llorar a las chicas por las noches y suplicandole a la divinidad que sólo fuera un mal sueño o que al menos las salvaran. Por mi parte yo no expresaba nada aunque en el fondo la desesperación se estaba haciendo presente. Me sentía mal por todas, ellas tenían una vida y unos futuros comprometedores, tienen a personas que posiblemente ahora las buscan como locos, posiblemente desesperados por saber su paradero.

Algunas de nosotras pensábamos que era una agencia para actrices, otras fueron engañadas por Andrés ya que él las enamoraba y la mayoría fueron tomadas a la fuerza.

Algunas jóvenes que estaban en la casa sufren cada noche al tener que prostituirse, he escuchado que si se quedan embarazadas las hacen tener a los bebés para luego venderlos a familias adineradas.

¿Cómo es posible que existan cosas así? Antes pensaba que mi vida con mi madre era un calvario y rogaba por salir de ahí, ahora irónicamente quiero regresar. Tengo mucha hambre y sueño, las ocaciones en las que me "ducho" consiste en que todas estemos en el patio formadas y que ellos nos bañen a manguerasos. Estoy hecha un asco, mi ropa está sucia, mi cabello es un desastre y no sé en dónde están mis pertenencias.

Somos tratadas como animales, la comida que nos dan son las sobras de los clientes y del mismo personal.

- ¿Estas dormida? -Salgo de mi trance y siento como Alice se sienta a mi lado, ya que todo está oscuro no la puedo ver.

- No, sólo estaba pensando.

- ¿Preocupada por nuestro traslado?

- Si, ¿Quién no?

- Yo no lo estoy. ¿Es raro que no sienta nada?

- ¿A qué te refieres?

- Todas están asustadas con todo esto de ser vendidas, pero en realidad yo no sé que sentir... creo que para mi es normal...

- ¿Normal? ¿No te da miedo que algún viejo te compre o que la persona te use para cosas monstruosas?

- La verdad es... que mi padre hacia que mi madre se acostara con sus amigos o conocidos a cambio de dinero, a diario mi casa era un burdel. Mi papá nos maltrataba constantemente, mi hermano mayor huyó hace dos años, trató de llevarme con él pero por algunas cosas no pudo. Viví un tiempo en la calle y he visto muchas cosas de las que no quisiera mencionar. Por eso y por muchas cosas más creo que estoy... ¿Resignada?... No sé, creo que ya sabía que esto me pasaría algún día ya se me había echo raro que me escapará de ser ultrajada varias veces.

- ¿Cómo fue que tu viniste a parar en este lugar?

- Mi papá apostaba en lugares clandestinos, un día llegarón cobradores a la casa y nos amenazarón de muerte. Desesperado, mi padre ofreció a mi mamá pero ellos dijeron que era muy vieja entonces él me ofreció a mi. La persona que lideraba a los cobradores era Andrés y cuando me vió me aceptó como una parte del pago. Trate de luchar pero el resultado fue terminar golpeada y sin un sólo bocado de comida por tres días y... encerrada en la caja. Lo único que me atormenta es no poder volver a ver a mi hermano -Mis manos alcanzan las suyas a tientas al escuchar el tono de pesar, consolar a las personas no está en mi abanico de habilidades, reconfortar con gestos es mejor para no estropearlo como usualmente lo hago cuando habro mi boca. - y también el hecho que tanto a Bree, Diane y a ti les pasen algo. No se me da eso de sentimentalismo pero puedo decir que ustedes me importan, la vida me ha tratado como la mierda así que soy de las que piensan que nadie vale la pena, aunque claro, hay excepciones.

- Si que las hay -Suspiro cansada- ya fue suficiente de charlas, ve a tu litera y trata de descansar. -La abrazo sorprendiendola, al principio se pone rígida y con torpeza me devuelve el abrazo y se va.

El tiempo parecía transcurrir con odiosa rapidez, cuando menos lo esperábamos faltaban sólo horas para que nos llevarán al lugar de la rifa.

Ya ha anochecido desde hace tiempo, no he podido dormir por el frío que tengo ya que sólo traigo puros arapos.

- ¡Levantense! Es hora de prepararlas para llevarlas a su próximo destino, -La voz de Tadeus resuena por todo el lugar-¡Toro! ¡Andrés! ya saben que hacer si alguna se opone, atenlas y amordacenlas. Nada tiene que salir mal ¿Entendido?

No distingo más que luces de las linternas que traen aquellos hombres, todas se han puesto a llorar más de lo que había escuchado. Entro como en estado de trance, ausente me doy cuenta que mis pies y manos son atados, mi boca es cubierta por una tela y estoy siendo llevada como saco a un camión de carga.

El camión está siendo iluminado por las luces de la casa, algunas chicas ya están adentro, entre ellas Bree y Diane las cuales están juntas. A Alice la traen después, a rastras tratamos de reunirnos las cuatro. Justo cuando estamos juntas meten a la última joven y cierran el camión dejándonos a oscuras.

El camión se pone en marcha, se mueve tan bruscramente que inútilmente trato de aferrarme a algo para no chocar con nadie pero cada sacudida provoca que salgamos afectadas, es frustrante estar atada de pies y manos. Cuando todo se detiene y abren las puertas del camión me quedo cegada debido a la luz que proviene del exterior. Mis ojos tardan en acostumbrarse pero en el momento que me sacan veo que estamos en una pista de aterrizaje.

- Metanlas rápido al avión o llegaremos tarde.

-Tranquilo mexicano nosotros sabemos hacer nuestro trabajo, aunque seas el favorito de tu jefe no voy a tolerar que me quieras mandar enfrente de mis empleados para lucirte con los tuyos.

- Tranquilo tu "Italiano" no me vengas con esa mierda, ni siquiera estamos en esta clase de negocios solo estamos pagando por un favor que le debiamos a Tadeus y si se me da la gana me largo con todo y el avión, así que cállate o yo te cayo para siempre.

-No me asustas, da gracias que estamos en tregua, sino ya te hubiera cortado la cabeza.

- Ladra todo lo que quieras, ambos sabemos que sólo hablas porque tienes boca. Tengo la confianza de mi jefe pues me lo he ganado pero tu sólo por ser hijo -y bastardo por cierto-  de Tadeus tienes el puesto. Ponte a trabajar o no estorbes.

No sé de qué, ni con quién Andrés estaba platicando -más bien riñiendo- en otro idioma pero estoy segura que el tipo desconocido logró callarlo...

- ¡Muevanse! Quiero que a cada una las droguen, no quiero escuchar sus sollozos. El viaje será largo así que mantengalas hidratadas. Si alguna se muere no quiero que me molesten, solo avientenlas por la puerta de salida y que quede claro que se les descuenta de su sueldo.

...y también logró enfadarlo.

Un picor en mi nuca se hace presente y después mis párpados se van haciendo pesados sumiendome en la oscuridad.

Keep dreaming ✌
-yulibeht-

The Actress [Saga Las Princesas Del Rey Diablo #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora