The Actress [Saga Las Princesas Del Rey Diablo #1]

Capítulo 34

Me siento en el sillón para una persona con una delicadeza y elegancia que a Diane le haría feliz. Todos los demás por instrucciones de Mason están sentados en el suelo frente a mi, Sandra no deja de mirarme como si de un fantasma se tratara y Frederic le toma la mano en señal de apoyo.

Mason reaparece en la escena con el vino que estaba en el comedor y dos copas, toma asiento en el brazo izquierdo del sillón en dónde me encuentro y ante la mirada atemorizada de la familia abre la botella y sirve.

- Ahora que ya estamos en familia me atrevo a decir que tenemos que tener confianza unos a los otros y ser sinceros -Mason dice mientras me extiende la copa de vino-. Así que empecemos por Frederic. ¿Cómo y cuándo supiste la verdad?

- Por favor dejen a mis hijos irse -Frederic se pone de rodillas con rostro suplicante-. Les juro que les diré todo lo que quieran saber.

Sin pensarlo sonrío con complacencia al ver tal escena, Mason me mira divertido y miro a Sandra.

- ¿Qué piensas Madre? -Sandra agranda los ojos ante mi pregunta-. ¿Los dejamos ir?

- ¿Qué piensas que estás haciendo Margareth? -Habla con un poco de vacilación como si no supiera como tratarme-. Si quieres asustarme ya lo has hecho, así que ahora deja tu absurdo juego.

- Parece que las adicciones han hecho de tu cerebro un pedazo aún más grande de mierda -Le digo poniéndome de pie-. ¿Piensas que esto es un juego?

Me acerco y le propino un puñetazo en el rostro que honestamente me hiso sentirme bien, el rostro de ella es un poema mientras se toca el rostro. El tono de su piel blanca se ha tornado roja y por puro despecho trata de avalanzarce contra mi de la misma forma que había hecho cuando yo vivía con ella y según su criterio era desobediente o una maldita buena para nada. Los recuerdos de sus abusos me embargaron por completo. Cada golpe, cada insulto y cada desprecio por su parte se reproducían en mi mente lo cual provocó en mí que cuando se acercó lo suficiente le  sujetara del cuello poniendo presión para que le doliera, sus manos trataron de quitar mi mano de su cuello pero era en vano, rápidamente le tiré al suelo y me monté sobre ella y le propine muchos puñetazos. Mis instintos me gritaban que la matara en esos momentos pero Mason posó su mano en mi hombro haciendo que mi mente se aclarara. Poco a poco fui ejerciendo menos fuerza hasta soltarla.

- ¡Eres un monstruo! -Amber se levantó de su lugar para ayudar a Sandra quién le susurraba que estaba bien.

- ¿Cómo le puedes hacer eso a tu madre? -Félix por igual se levanta para ayudar-. Ustedes en verdad están mal de la cabeza.

- ¿Mal de la cabeza? -Mason le toma por el cuello y lo lanza hacía Frederic que aún permanecía en el suelo-. Cuida tus palabras muchachito porque no quieres saber lo que pasa cuando me enojo.

El chico iba a levantarse pero su padre se lo impidió.

- La persona que ustedes tienen como madrastra y que lamentablemente es mi madre dió en adopción a mi hermano y a mi me vendió provocando que las personas que me compraron hicieran de mi vida un calvario -Los jóvenes me miran atónitos sin dar crédito a lo que les dije, Amber mira a Sandra quién es ayudada por Frederic para sentarse-. Usted lo sabía Frederic. ¿Cierto?

El hombre me mira serio asiente sin decir nada.

- ¡¿Qué?! Papá dime que es mentira -Amber mira suplicante a su padre-. Por favor, Sandra no sería capaz de esas crueldades.

- ¿Papá? -Félix consternado le pregunta a su padre quien agacha la mirada.

- Yo...yo desde que la conocí supe... supe que todo lo que me había contado era mentira -Confiesa-. Obviamente la investigué, les juro que no sabía que había sido de ustedes. De Mason supe que se había perdido en una excursión del orfanato y que Margareth había sido vendida en la subasta pero algo había salido mal. De ambos no se supo nada después, todo era callejones sin salidas, les puedo jurar que Sandra ha cambiado y que aún a pesar de todo es su madre, deben aprender a perdonar muchachos. A mis hijos los ha tratado como suyos, los ha apoyado y les ha brindado un amor incondicional. A veces los padres cometemos errores, sé que fue difícil para ustedes pero cuando sean padres lo entenderán.