Camino por las calles desiertas sin rumbo, todos están aún en la celebración pero yo necesito un poco de aire para despejar mi mente.
Todo está tan tranquilo, la brisa es muy fresca. Mientras doy caladas a mi cigarro me siento en la banqueta, cierro mis ojos y hago mi cabeza hacia atrás para que las pequeñas gotas de lluvia lleguen a mi rostro sin problemas.
- Oh vamos, ¿El pequeño niño quiere llorar? -Suspiro frustrada ¿Por qué carajos no tengo al menos un poco de tranquilidad?
- ¡D... déjenme en paz!
- Uf, que aburrido, ya caete con lo que traes morro si no quieres que te demos tu calentadita.
Me levanto y me dirijo a la esquina en donde un grupo de jóvenes entre diez y siete años a más molestan a un pequeño de como siete años, la lámpara que alumbra está parpadeando y el olor a hule quemado llega con gran intensidad al estar más cerca.
- ¿Por qué no mejor se largan antes de que yo les dé la "calentadita"?
Los cuento y son seis, todos voltean a mirarme, la lámpara deja de parpadear y alumbra fuertemente.
- ¿Qué me miran? -Suelto secamente, me miran asustados- contaré hasta tres para que se larguen, no les dañaré si se van pero si vuelvo a cacharlos haciendo esto los cazaré y haré que las cosas que se meten ya no se les venda. Uno...
Todos se van despavoridos, me acerco al pequeño y logro reconocerlo, es el niño de la plaza.
- Deja de llorar, ya se fueron -Me agacho a su altura y le tiendo papel para que se limpie pero su llanto ha aumentado- ¿Te hicieron daño?
- No lloro por eso -Abre sus ojos y parpadea para que las lágrimas lo dejen verme- ¡Por favor! Necesito que me ayude, iba al dispensario porque mi abuela se encuentra mal, no se levanta de la cama y está muy blanca.
Sus pequeñas manos se aferran a mi brazo, lo miro a los ojos y su sufrimiento es más que evidente. Asiento con la cabeza y lo tomo de la mano para buscar al doctor Robles.
- ¿Qué pasa Margareth? -Diane se interpone en mi camino y ve a Fernando con curiosidad.
- ¿Has visto al doctor Robles?
- Si, esta en el puesto de comida -Me señala el lugar, le agradezco y comienzo a caminar hacia él que está muy enfrascado con unas enchiladas verdes.
- Doctor, necesito su ayuda -El doctor asiente y con resignación se levanta de su lugar.
Diane que nos siguió me pide una explicación y se la doy, ella quiere preguntar más pero sólo se limita a pedirnos que tengamos cuidado.
El padre Trinidad nos acompaña ya que conoce a la mujer.
En el camino el pequeño no deja de llorar y el padre le trata de dar consuelo, yo sólo manejo sin decir nada. Llegamos a una zona en donde el camino solo es de tierra, las casas son pequeñas y hechas de láminas.
- Es por aquí -Fernando se adentra y todos nos adentramos.
Por un momento quiero salir corriendo, la señora está acostada en un catre y el niño está recargando su cabeza sobre el pecho de la viejita mientras ella lo acaricia, es como un balde de agua fría para mi. Retrocedo dos pasos hasta pegarme a la delicada puerta.
- Te dije que no fueras -La señora trata de sonreír pero una expresión de dolor le surca el rostro- estaré... estaré bien.
Tose y se cubre con las manos, al momento de bajar sus manos puedo mirar que tiene sangre entre ellas, mi pecho duele y mis manos están temblando.
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The Actress [Saga Las Princesas Del Rey Diablo #1]
Action¿Qué pasa cuando te sumergen al infierno y después tomas el mando de este? Margareth, una mujer fría y despiadada que no perderá la oportunidad de vengarse de las personas que la han dañado. Protegerá a su nueva familia a toda costa. Cuando las per...