Capitulo 20 "Los Jackson"

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Obviamente estaba nerviosa, estaba a punto de ir frente a una manada de lobos hambrientos, no me interesaba lidiar con ellos, me interesaba si lidiar con ellos me llevaría a perder mi trabajo.

Observé por novena vez el vestido negro ceñido a mi cuerpo, sus mangas cortas tanto como las transparencias me recordaban a una vieja película de los 60's.

-De nuevo un vestido negro para una primera impresión -negué un par de veces antes de fijar la mirada en la cama con medio guardarropa encima.

Tardaría al menos dos horas en poder encontrarme con algo agradable para esa noche, no tenía el tiempo suficiente y además estaba ansiosa por poder pisar esa casa teniendo en cuenta que vería realmente cara a cara a una de las hermanas de Michael, que era igual a ver un unicornio rondando por mi jardín. Únicamente me faltaba elegir los zapatos, pero luego de tanto tiempo probando vestidos no planeaba tardarme más de diez minutos, fui hasta el armario para mirar los colores y modelos mofarse de mi incomprensible manera al realizar alguna elección en cuanto a mi forma de vestir.

Tomé el primer par que me pareció adecuado y salí de la casa sin tomar más importancia a mi atuendo, un taxi me llevó hasta la editorial y por unos segundos dude en realmente asistir a esa cena, dude en toparme con toda su familia juzgadome en todo momento.

-Es muy tarde para decir no -posó una de sus manos en mi hombro y justo en ese momento me sentí vulnerable, pero al mismo tiempo segura.

-Siempre puedo salir corriendo.

-No lo hagas, me prometiste no dejar que los lobos me devoraran esta noche.

-Luego de tantas advertencias has logrado asustarme.

-Si te escapas yo voy contigo.

-Es tu familia, no puedes escapar de tu familia.

-Pero puedo esconderme de ellos. Me prometiste una cena con mis padres, si llego sin ti entonces tendrán material suficiente para arruinarme el resto de mi vida.

No pude evitar soltar una pequeña sonrisa de entre mis labios, no tenía otra expresión par esa situación, nunca tuve hermanos, no sabía cómo se sentía ser parte de un familia relativamente 'convencional'.

-Y por eso hoy estoy aquí, seré tu abogada esta noche, voy a defenderte a capa y espada.

-Me agrada esa idea.

Le guiñe un ojo.

Subí a su auto, lo vi manejar, me sudaban las manos y no podía recordar cuándo me sentí de esa manera antes. Estaba rumbo a la casa de los padres de mi jefe, y a pesar de saber algo sobre ese extraño ambiente en el cual se desenvolvían los niños de Papi y mami (hermanos de Michael), aún me quedaba una extraña sensación de no tener ni idea a lo que realmente me estaba enfrentando.

- ¿Cuándo comenzaron a ser así? -miraba por la ventana diambulando por las preguntas de mi mente.

- ¿Horribles? Siempre.

-Debieron tener un momento valioso en familia, algo lo suficientemente valioso como para volver en cada cena.

-No hay nada, Lisa. Es mi familia, eso es todo, no deseas amarlos, simplemente lo haces. Así es la familia, a veces deseas que las cosas cambien, buscas maneras de poder mantenerlos felices, sin embargo no eres perfecto, no logro hacerlos ver las virtudes que mi madre puede encontrar en mí, a ellos no les interesa sentirse orgullosos de su hermano pequeño, únicamente quieren dinero y si ellos no tienen el talento para conseguirlo por sí mismos entonces les interesa saber cómo te harán sentirte mal por no ser perfecto. No puedo odiar a ninguno de ellos, pero puedo conformarme con saber que me odian por considerarme superior.

No evitó dejar en su voz ese tono dolido, algo tenía en claro esa noche, nadie tendría el privilegio de hacer sentir mal al pequeño Michael.

- ¿Y tu familia? -inquirió haciendo voltear mi cabeza.

- ¿Bien?

No sabía cómo responder a esa pregunta y hablar de mi madre en esos momentos no me parecía lo más adecuado.

-Hablame de tu familia.

Me mordí el labio inferior deseando haber ignorado esas palabras.

-Mi familia no es numerosa como la tuya, únicamente tengo a mi madre, ella es para mí la mejor madre del mundo porque estuvo conmigo aun cuando hice todo para alejarla. Cuando mi padre estaba vivo, éramos muy felices, nos gustaba viajar a muchas partes del mundo y estar juntos casi siempre, odiaba ir a la escuela porque significaba pasar ocho horas lejos de mí familia. Y ahora apenas veo a mi madre cada año.
- ¿La extrañas?

-Sí, demasiado.

-Deberías visitarla más a menudo.

-Ojalá pudiera -suspiré.

Se detuvo en un portón negro con una J enorme entre ambas rejas, parecía ser la entrada perfecta a una jaula.

-Bienvenida a la casa de los locos Jackson.

Nos miramos antes de reír.

-Bray, soy Michael, abre la puerta por favor.

-Bienvenido, joven Jackson.

-Bray -lo regaño.

-Lo siento, Michael. Tus padres te están esperando.

- ¿Ya llegaron todos?

-Sí.

-Bien -piso el acelerador-. Es hora del show.

Pasamos por una fila de bonitos autos por ambos lados y en un espacio vacío se detuvo para aparcar.

-No quiero bajar.

-Tranquilo, hoy tienes una abogada -abrí la puerta y rodeé el auto para abrir la suya, se puso en pie con una bonita sonrisa adornando su rostro.

Caminé de su brazo hasta la entrada principal, una bonita puerta blanco con un ventanal hermoso repitiendo la J de la entrada, él tocó el timbre y en menos de cinco segundos su madre nos recibió prestando atención a nuestros brazos entrelazados antes de nuestras caras.

-Hola, cariño -le besó ambas mejillas.

-Hola, mamá.

-Hola, Lisa. Es un gusto poder tenerte hoy con nosotros.

-Hola y muchas gracias por invitarme.

Nos hizo pasar a la sala principal y apenas pudimos un pie sobre esta la tensión nos aprisionó.

-Vaya, el pequeño Michael tiene una invitada -uno de sus hermanos argumento.

-Logramos vivir para ver este momento -dijo otro.

- ¿Tienes nombre, muñeca?

-Lisa -intente sonreír sin estar segura de haberlo logrado.

-La cena está lista -la hermana de Michael entro haciendo crecer la incomodidad.

Todos se levantaron de su asiento, Michael y yo fuimos los últimos en salir de la sala.

-Esta será la peor experiencia de tu vida.

Miré sus ojos marrones con el ceño fruncido, Michael me tomo de la mano y ella enmarcó una ceja.

-No te estoy mintiendo, ¿o sí, Michael?

- ¿Qué intentas hacer, Janet?

- ¿Qué intenta hacer ella?

-Nada -le contesto con la mandíbula apretada.

-Igual que Monique -le respondió antes de dejarnos solos.

-Estos son los Jackson -Michael me abrazó.

Soñando El Mismo SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora