Capítulo 29 "Regresa"

143 17 5
                                    

– ¿Algo va a cambiar? –me preguntó mirando el techo.

– ¿Debería? No sé cómo funciona esto.

Le di un beso en la frente antes de volver a posar la mirada en el blanco del techo. Cressy había tenido razón todo ese tiempo, si podía hablar sobre mis sentimientos entonces ella también lo haría, porque probablemente sentíamos lo mismo el uno por el otro sin objetar nada 

–No me siento como antes.

–Yo tampoco.

–En realidad me agrada más este sentimiento, es como haber llegado a casa luego de una larga caminata.

Antes de ese día no había podido encontrar las palabras para hablar sobre cómo se sentía, me dejaba mirar sus ojos para no pasar por alto sus pupilas dilatadas, no tenía problemas con su falta de palabras, sin embargo ella parecía estar mejor.

–Bienvenida.

Nada podía compararse con su sonrisa, ver sonreír a Lisa era como ver al sol salir por la mañanas, tan radiante, tan hermosa y magnífica como un arco iris, eso era ella, un arco iris.

–Gracias.

–Pude organizar una fiesta para celebrar tu llegada, pero no estaba seguro de cuando sería la fecha.

–Estás aquí para recibirme. Eso es lo importante.

-Me agrada estar de nuevo aquí, contigo –me atreví a tomar su mano con cuidado y automáticamente entrelazó sus dedos con los míos–. Tus manos son pequeñas –dije mirando las de cerca, tan suaves y delicadas.

–Soy considerablemente más pequeña que tú.

Le besé los nudillos con una sonrisa por su comentario, tenía razón, ella era pequeña a comparación conmigo, fácilmente podía cargarla en mi hombro y también abrazarla cubriendo todo su cuerpo.

—Eso me agrada.

Cuando vi su rostro de nuevo miraba el techo con las mejillas rojas como una manzana, me acerque lentamente para besar su mejilla, suspiro sorprendida ante mi gesto y volteó la cara sin mirarme a los ojos.

–Me gustan tus ojos, son muy hermosos. A veces parecen azules, pero el verde siempre termina por reclamar su dominio.

Continúo con la mirada gacha sin pronunciar palabra alguna, pero no parecía ser una buena señal porque el rubor de sus mejillas continuaba intacto.

– ¿Puedes mirarme?

– ¿Cómo vamos a continuar con esto? –giro la cabeza mirando el techo de nuevo.

–Yo quiero continuar, ¿tú?

Me miró a los ojos cuando el color de sus mejillas ahora era ligeramente rosado.

–Quiero hacerlo, en serio me gustaría continuar comiendo en tu compañía.

– ¿Pero?

–No sé cómo vamos a continuar. No quiero pensar en cómo será el año siguiente o si tu familia llega a enterrarse.

–Deja de preocuparte por cosas insignificantes.

–También me preocupo por ti. No sé si el Michael frente a mí será el mismo frente a su familia o frente a todas las chicas en la editorial, todo el mundo tiene opiniones diferentes a mí e. cualquier lugar, ¿cuántas caras tienes?

–Tengo una y te la estoy mostrando desde un año atrás.

–Pues cuando te conocí no eras el mismo Michael de ahora.

–Hay situaciones en las cuales debes cambiar tu comportamiento, pero esto soy.

Se quedó en silencio unos minutos para pensar, siempre pensando.

–Muchas personas saben algo de ti que yo no y quiero saberlo.

–Te lo diré.

– ¿Cuál fue tu relación con Monique?

Me cubrí a cara con ambas manos emitiendo un gemido parecido al de un animal moribundo.

–Lisa...

–Estabas dispuesto a decírmelo –me interrumpió–, quiero saberlo.

Intenté argumentar algo a mi favor para excusarme por no estar dispuesto a ceder en cuanto a ese tema, realmente no deseaba estar en esa posición. Me incorpore recargando mi cuerpo inclinado sobre mis manos.

–No quiero hablar de eso, en serio.

–Por favor, si confías en mí entonces dímelo, no voy a burlarme o hacer esto tan terrible lo cual te detiene a hablar sobre el tema.

–Me detienes tú.

– ¿Yo? –se incorporó cruzando los pies.

–No quiero hablar sobre eso, no quiero darte una opinión sobre ese capítulo en mi vida. No quiero más opiniones.

– ¿Quién te dió la suya?

– ¿Quieres una lista?

–Sí.

–Cressy, mi madre, Janet, y mis hermanos –bajo la mirada hasta sus manos mirando sus uñas a discreción–. Lo descubrieron, pudieron deducir lo ocurrido pero nadie sabe la verdad, ya no quiero hablar de eso, ya no quiero escuchar más su nombre o tener una visión clara de cómo es su rostro, quería olvidarme de ella sin tener éxito porque todo el mundo desea hablar de eso menos yo.

– ¿Ninguno de ellos lo sabe?

–Todos sacaron conclusiones, incluso Cressy.

–Todas esas personas se preocupan por ti, tal vez deseaban quitarte el peso de encima pero no los dejas ayudar.

–Lisa, las cosas en mi familia no son como te enseñaron. No nos queremos los unos a los otros sin condición alguna, no nos preocupamos por las carencias o penas de los nuestros, somos egoístas, somos la familia más egoísta de todos y tener dinero nos hace aún peores –me pasé el dorso de la mano por la frente sintiendo como el sudor estaba a punto de caer–. Por favor, no me hagas hablar de esto.

Me dió un beso en la mejilla para luego abrazarme por el cuello.

–Lo siento. No era mi intención hacerte sentir de esa manera.

–Te lo diré en algún momento, cuando pueda sentirme cómodo con lo sucedido, pero por ahora quiero intentar asimilarlo como lo he hecho desde hace tanto tiempo.

–No necesitas explicarlo, simplemente mantenerte alejado de ella.

Puse mis manos alrededor de su cintura.

–Eso será algo complicado.

– ¿Serias capaz de volver con ella?

–Nunca tuvimos una relación.

– ¿Estás dispuesto a  tener una relación con ella?

–Lisa –pronuncié en forma reprobatoria.

–Ella está dispuesta a darte todo cuanto deseas –deje de abrazar para tomar su rostro entre mis manos–. No te culparía.

–Se más clara por favor, no veo por qué buscaría tener una relación con quien me ha causado tanto daño.

Se encogió en los hombros.

–No lo sé.

–Discutimos por una estupidez, no te quiero únicamente para pasar una noche contigo, prefiero esto, prefiero quedarme contigo sin tiempo definido a dormir contigo y no volver a verte luego de tres días.

Soñando El Mismo SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora