Capítulo 22 "Mentiras"

165 19 12
                                    

-Sí.

Apenas pude responder con la ira cegando mi juicio, eran terriblemente despiadados y yo estaba ahí esa noche para defender a Michael sin importar nada. Él me tomó de la muñeca llevándome lejos del comedor, sin aviso alguno nos encontrábamos fuera de la casa y cuando pude notarlo ya estaba dentro de su auto atravesando el portón principal. Habíamos salido de la jaula.

Continúo conduciendo sin detenerse hasta llegar a un lugar desconocido, era algo parecido a un parque, no entendía como había pasado todo tan rápido, miré por la ventana, Michael me tomó de la nuca y arranco un beso de entre mis labios.

Fue agresivo, desesperado, estaba prácticamente sobre mí, la cabeza me chocó contra el vidrio y la palanca se movió un par de veces, él paseaba sus manos por mi espalda, estaba succionando mi aliento, ya casi no podía respirar, intenté quitarlo, alejarme de él, pero no desistió sin antes morder con fuerza mi labio inferior.

Tomé el aire suficiente mientras intentaba localizar la manija de la puerta, cuando pude abrir salí corriendo sin mirar atrás, mi único objetivo era mantenerme alejada de él, de su agresivo comportamiento y todo ese torrente de ira recorriendo sus venas. No obstante, él era muy rápido, apenas pude notar cuando me atrapó.

- ¿A dónde vas?

-Lejos de ti, muy lejos de ti -comencé a forcejear con él.

-Escúchame, lo siento, ¿Bien? Lo siento mucho.

-No, no lo sientes, no te arrepientes de nada, no necesitas mentirme.

-Tú mentiste primero.

-Perdona, quería salvarte de ser la jugosa cena de los lobos.

No estaba comprendiendo que estaba pasando, no estaba segura de haber estado discutiendo con él, pero lo habíamos hecho. Me arrastró hasta un lugar desconocido y luego de haber forcejeado por un rato él me dejó ir justo cuando yo deseaba quedarme.

- ¿Necesitamos hablar de eso?

Me encogí en los hombros mirando como se balanceaba de atrás al frente en el columpio. La resbaladilla fue lo más atinado a un asiento y lo miraba desde el flanco izquierdo con su semblante afligido.

-No hice nada de otro mundo, les abrí los ojos -intente defenderme-, no creí causar tanto problema.

-Siempre seré un tema de conversación para ellos.

-No deberías volver a esas cenas.

-Mi madre iría a buscarme al fin del mundo con tal de tenerme presente.

- ¿Por qué es tan importante para ella?

-No lo sé -negó un par de veces.

-Deberías defenderte, diles la verdad.

- ¿Cuál es la verdad, Lisa?

-Todas las chicas deben estar dispuestas a hablar sobre sus ardientes encuentros contigo.

-Vamos, te llevaré a la editorial.

- ¿Por qué no quieres hablar de eso?

- ¿De eso? ¿De con cuántas chicas me he acostado en los últimos meses, o años?

Me hizo callar, estaba molesto por mi mentira, por haber estado dispuesta a mencionar su estado no virginal.

-Creo entender -me mordí el labio inferior.

-No, Lisa. No puedes entenderlo.

-Te gusta ser el niño bueno de mamá, te agrada parecer indefenso y tener a cualquiera bajo con encantos con ese perfil.

Soñando El Mismo SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora