CAPÍTULO XIV – Pasado
Hacia ya una hora que habíamos acostado a Summer y habíamos visto Mía transformada en ángel. Nos habían dicho que después se irían a cenar para celebrar el nuevo comienzo, por lo que seguramente nos quedaríamos toda la noche haciendo de canguros de la pequeña de los Blackwell.
Ahora yo estaba tumbada en una de las tumbonas tomando un poco el aire, pues hacia unos días es los que no me sentía especialmente bien. Robert estaba terminando de recoger lo utilizado para la cena, la cual yo no había podido probar bocado.
-¿Estás mejor?- quiso saber él mientras se colocaba a mi lado.
-Si, solo era un poco de mal estar.
-Si continuas así te llevaré al médico.- advirtió.
-No seas tonto, cariño. Tiene que ser algún virus de esos tontos.
-¿Una bióloga diciendo que un virus es tonto?- enarcó una ceja.
-Tu lo has dicho, soy la bióloga.- sonreí y le besé con ternura.- ¿Vamos a la cama?
Juntos nos dirigimos hacia la habitación de invitados, que no era tan grande como la principal pero no estaba mal.
Ya había cogido la costumbre de dormir junto a él, de hecho si no lo hacía me sentía rara y apenas podía pegar un ojo durante la noche. Nuestra relación iba rápido pero segura, y cada día que pasaba sentía que lo quería más.
-Te quiero.- susurré antes de dormir.
-Yo también te quiero, nena...
*** *** ***
Estaba esperando al camello en un callejón, subida en un Mercedes Benz que me había prestado Kayla.
A pesar de todo lo ocurrido con James y Mía, yo había decidido seguir con el plan de venganza en contra de Stella. Aún recordaba la charla con Kayla y Sarah acerca de mi supuesto odio irracional, pero lo que ellos no sabían eras las cosas que yo había tenido que hacer para que ella no abriera la boca. Desde hacia años yo había tenido que traficar con todo tipo de sustancias para poder sobrevivir y pagarme la carrera, pues yo había sido adoptada y no tenía ningún ingreso de ningún tipo. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo intenté salir de todo esto, pero era muy complicado y justo cuando logré hacerlo va y apareció Stella con fotos mías haciendo un reparto a uno de sus amigos, haciendo que todo mi plan se fuese a la mierda. Me había chantajeado durante años con lo mismo, hasta que se aburrió. Sin embargo, de vez en cuando aún se atrevía a amenazarme.
Había intentado contarle la verdad a todos mis amigos, pero me daba miedo que no me aceptaran después, o que no fueran capaces de perdonar mis errores. Pero, ahora, ya daba igual. En menos de un año acabaría mi carrera de derecho y si ellos no querían volver a saber de mi, entonces me iría a cualquier otro lugar a empezar una nueva vida.
Unos suaves golpes en la ventanilla me sacaron de mis ensoñaciones. Ahí estaba mi contacto, al que yo llamaba Fake porque siempre daba un nombre distinto.
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Amor de Portada [en edición]
Roman d'amourMi nombre es Mía Blackwell y soy una modelo cotizada, hija de uno de los directores de cine más importantes de América y de la jefa de la revista del corazón más vendida en el mundo. Genial ¿verdad? Pero no todo es como parece, pues acabo de perder...