CAPÍTULO XIII – Un sueño casi perfecto
-Los de la derecha son los que no me he puesto nunca.- dije a Sarah, Miranda, Kayla, y a Helena.
-Hay miles...- dijo tortuosamente Miranda.
Estábamos en mi habitación intentando elegir un vestido que llevar para mi presentación como ángel.
Después de casi un mes, le habían quitado las escayolas a James, aunque aún tenía que llevar una muleta o bastón durante su rehabilitación, por lo que había decidido fijar una fecha para mi presentación. Y, sin darme cuenta, el día había llegado y no tenía ni idea de que ponerme.
En cierto modo podía elegir cualquier vestido del armario, pues tenía desde Armani a Adolfo Domínguez pero la elección no era fácil, por lo que finalmente decidí llamar a mis amigas. Los chicos, David, James, Robert y George, estaban en el salón haciendo el payaso entre ellos o jugando con la pequeña de la casa mientras nosotras tomábamos la decisión.
-Ponte cualquiera.- dijo Helena, después de un largo silencio.
-No puedo ponerme cualquiera... Me harán fotos, me criticarán, me clasificarán.- me estaba poniendo nerviosa.
-Ese rojo está muy bien.- dijo Kayla, tomando un vestido largo con detalles de encaje de Prada.
-No me gusta... llevó uno parecido hace poco.- intervino Sarah.
-¿Y el rosa pálido?-propuso Miranda.
-Me gusta.
-No- volvió a decir Sarah.- le hará pálida.
Estuvimos como una hora intentando elegir un vestido, pero todos nos parecían inadecuados a unas o sosos a las otras. Cuando ya habíamos visto todos mis vestidos, y ninguno nos había gustado, pensamos en ir a comprar algo hasta que Sarah se percató de una cosa.
-¿Qué hay en la bolsa?- preguntó mi amiga.
-No lo recuerdo.- respondí cogiendo la bolsa y abriéndola.
En el interior apareció un vestido muy original, con la falda desigual que dejaba ver mis piernas hasta medio muslo, de tal forma que por detrás quedaba una larga falda; tenía el escote en corazón, con unas tiras que funcionaban a modo de tirantes y que se cruzaban por el pecho, dando brillo gracias a su pedrería.
-Perfecto.- dijeron las cuatro a la vez.
-Sip, estoy de acuerdo.- asentí.- Y con los zapatos inspirados en las puntas de ballet quedará genial.
-Me gusta.- dijo Miranda.
*** *** ***
Me estaba mirando al espejo. Llevaba un traje oscuro, muy normal, pero yo no estaba acostumbrado a llevar ese tipo de ropa. Aun tenía algunos rasguños pero no se notaban mucho, sin embargo.
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Amor de Portada [en edición]
RomantizmMi nombre es Mía Blackwell y soy una modelo cotizada, hija de uno de los directores de cine más importantes de América y de la jefa de la revista del corazón más vendida en el mundo. Genial ¿verdad? Pero no todo es como parece, pues acabo de perder...