Lost In You - MarkBam

VI

Un día raro

La cafetería permaneció en silencio hasta que JinYoung se puso de pie, dando inicio a los murmullos.
BamBam permaneció en Shock ¿Cómo había podido decir eso? ¿De dónde saco el valor? Era increíble, pero aún así no se sentía alegre por haberle dicho toda la verdad en la cara.

_ ¡Vaya! casi me llegaste a sorprender. Sigue así y te ganarás una paliza de él – Dijo mientras daba fuertes palmadas en la débil espalda de BamBam – Ese día te dejaré en paz. – Susurró para luego irse La tensión podía cortarse con tijeras, para cuando JinYoung junto a su grupo cruzó la puerta de la cafetería, todo el mundo volvió a su lugar. Ignorando los sucesos recientes.

_ Así que soy tu novio – Comento gracioso – Bueno la id---

_ Lo siento - interrumpió BamBam – No quise incomodarte, se que nunca podría suceder entre nosotros – Remarco desanimado, para luego acompañarlo con una dura sonrisa - ¿Cierto? - algún rastro de esperanza podia reflejarse en esas palabras, pero a decir verdad. Nunca jamás nuestro joven tailandés había pensado en cruzar la línea.

_Pues claro, como podría ver a mi pequeño Bambi con otros ojos – Y así sin más, ambos lograron lastimarse en verdad, pues muy en el fondo sabían que aquello no estaba destinado a ser. Cada uno siempre guardo sus sentimiento, ocultándolos en un caja que solo ellos conocían o ignoraban que era notada por los demás.

_Vamos, tenemos que ingresar a clase - BamBam solo asintió mientras sonreía. El pesar de su sonrisa le daba al ambiente un son melancólico, y acompañar aquél gesto con una leve suspiro fue lo que cerró el panorama para un amor poco fructífero.
Las clases pasaron rápidamente entre bromas y charlas triviales, BamBam nunca antes estuvo tan distraído. Era muy raro en él darle importancia a alguien o algo sobre sus estudios, pero Top era especial, tal vez el único y mejor amigo que tuvo en Tailandia, Top siempre fue su cable a tierra. Desde pequeños trataba de defenderlo de los abusos pero se le complicaba ya que no asistían a la misma escuela, Top era el hijo ilegitimo de un magnate muy famoso en Tailandia, pero su vida no se facilitaba con eso, es más BamBam siempre admiro a Top por ello, por su fortaleza.
El timbre de salida rompió en silencio en el aula y como siempre BamBam esperaba a que todos salieran, cuando sintió como Top lo tomaba de la mano. Ya cargando sus bolsos con la otras, las mejillas de BamBam podían compararse con dos tomates, pero eso no fue visible para el otro, ya que se encontraba de espaldas caminado despacio para así no apurar a BamBam y poder disfrutar de la calidez incomparable que sus manos generaban al estar juntas.

_¡Hoy te acompañaré! –Afirmo Top, mientras ingresaban a la planta de estacionamientos, para luego frenar frente a un auto deportivo – Regalo de .. mi padre – Remarcando aquella última palabra, ambos ingresaron al vehículo – A veces es bueno ser el hijo del que nadie quiere saber– BamBam trago duro, sabiendo que al joven junto a él no le gustaba hablar de su padre.
Las gotas comenzaban a caer para cuando BamBam se encontraba frente a su casa viendo a el vehículo doblar en la esquina, el viaje había sido reconfortador. Hoy no le tocaba trabajar,por lo que planeaba dormir todo el día o tal vez ver algún tipo de maratón de películas que pasaban en los canales de públicos. Mientras ingresaba a su hogar se quitó la chaqueta y sus tenis ya desgastados, caminando hasta la cocina tomo un vaso de agua para luego meterse a la ducha, tardo unos diez minutos en salir y se colocó las prendas de su pijama favorito. Este imitaba a un dinosaurio, haciendo ver a él joven tailandés como un niño, y es que si, él era muy aniñado en varios aspectos.
Acomodándose en el sofá encendió la tv cambiando de canal aleatoriamente, mientras trataba de encontrar algo interesante. El reloj marcaba las nueve, el cielo de destaba por su aspecto estrellado entre tinieblas, la busqueda exhaustiva de entrenamiento fue nula y el timbre sonó, el joven se sorprendió, pues desde su llegada nunca había recibido visitas. Tanto que ni siquiera el timbre había sonadoen todo ese tiempo, camino lentamente para luego abrir la puerta con cuidado