Una pequeña pista

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El sonido molesto es bastante líquido, y es mi pase para encontrar una salida a este caso, tendré que entrar en mi mente y navegar como si de internet se tratase, para encontrar cada pieza de este rompecabezas y saber quien quiere lastimarme o a mi padre en su defecto. Con este último flashazo pude ver los rostros de dos personas un chico y una chica, el chico es bastante similar al anterior, pero no es el mismo, la forma de su cara es más fina y la chica, cabello café claro y ojos almendrados muy oscuros, hay miles de recuerdos con ellos y algunos son muy viejos, ellos podrían ayudarme a reestablecer mi memoria, necesito encontrarlos.

Alguien se acerca rapidamente a la habitación, es su madre -- Eli cariño ¿Estás bien? Las enfermeras me llamaron ¿Ha pasado algo? -- dice preocupada la mujer de 40 años que aparenta los 30, muy hermosa, de tez palida, ojos rasgados, cabello oscuro y un sofisticado peinado, parece venir de un trabajo de oficina.

-- No mamá, creo que omitieron decirte que me siento perfectamente y me gustaría volver a casa contigo y con Lily -- dice mostrando pena por el malentendido, aunque su cerebro pensaba otras cosas.

No mencionaré nada sobre papá, sé que tengo uno gracias a la oficial Colson, pero no sé si vive con nosotras, si no vino a verme, seguramente se hayan separado y me traía al hospital por una razón que aún desconozco, porque era el único con auto, bueno, igual puedo equivocarme.

Suspira -- Está bien, llamaré a la doctora para que te revise, procura no golpearla esta vez por favor -- lo último lo dice entre risas, ya se sentía relajada que su hija estuviera bien, sale de la habitación a buscar a la doctora.

Ahora que lo pienso, llegó muy rapido, debe tener auto, haber pagado taxi o uber o trabajar muy cerca, eso lo descubriré al salir. Ahora sólo debo mostrar que estoy perfectamente bien para que me dejen salir de inmediato.

Se acercan dos personas a la habitación -- Es muy arriegado dejarla salir, pasó dos semanas sin señales de recuperación, ayer despertó, es imposible que se encuentre en condiciones para salir -- dice la que va vistiendo una bata blanca.

-- Estoy escuchando -- dice Eli tratando de llamar la atención -- Estoy bien en serio -- sonríe -- sólo me encuentro un poco confundida, el impacto debió ser lo suficientemente fuerte para afectar mi sistema nervioso de momento, incluso afectó a mi habilidad motora, lo siento por el golpe doctora -- dice entre risas -- no fue intensional.

La doctora se quedó boquiabierta con lo que estaba viendo, era la recuperación "progresiva" más inmediata que jamás vio -- P-pero e... esto es imposible, no fue un impacto simplemente, tu cerebro fue perforado por una barra de metal, un milimetro más adentro y no te tuvieramos aquí, las ecografías revelaron daños en arterias y venas, estuvimos contra el tiempo para salvarte, tuviste mucha suerte, los estudios del sistema nervioso no están tan avanzados como para saber lo que pasaría, tienes que quedarte por tu seguridad -- dice estupefacta y con una pizca de preocupación.

-- Por mi seguridad... o para que ustedes hagan estudios respecto a los daños, no quiero ser maleducada, tal vez ya lo fui, pero si sigo aquí lo único malo que pasará, será una deformación en la médula, por estás incómodas camillas -- se quita la intravenosa y el esparadrapo que la aseguraba, se levanta de la camilla -- Yo soy quien decide si se queda o no, lo siento mucho doctora, sé que es su trabajo. Mamá ¿Nos podemos retirar ya? -- dice viéndola de forma incómoda por su actitud.

-- Claro -- dice de lo más normal -- bajo la camilla hay una caja con uno de tus conjuntos, ve a cambiarte -- dice señalando el baño con la mirada y un leve movimiento de cabeza.

-- Gracias -- agachandose para luego tomar la caja y dirigirse al baño.

Fue extraño no recibir un regaño de su parte, o al menos no ver una expresión de sorpresa, lo que significa que hice bien y es así como actúo normalmente, bueno, yo no hice mucho, en realidad mi cerebro tomó esa actitud de forma automática.

Abre la caja, dentro estaba una camisa floreada, un jeans azul claro y unos botinas beige, ademas de la ropa interior.

No parece que esto lo haya comprado todo junto, así que parece que mi armario está ordenado de esta forma, lo que indica que soy una persona bastante ordenada y si me permito hacer varios conjuntos hasta con zapatos incluidos, mi familia debe tener el suficiente dinero para comprar tantos como camisas.

Abre el grifo del lavado y se moja la cara, se ve al espejo, y ve a una joven señorita que aparenta una edad menor a la que en realidad tiene, ojos rasgados, piel blanca, una nariz repingada y unos labios carnosos vestidos con un rosado palido, con un cabello tan negro como sus ojos, largo y liso que cae casi llegando a la altura de sus codos, un cuerpo delgado cubierto con una piel muy bien cuidada, perfecta, dejando de lado la cicatriz que se encuentra cubierta por vendajes en lo alto de su frente. Se observó detenidamente, era la primera vez que lo hacía desde que recuperó la conciencia, parpadea rápidamente como volviendo a entrar en razón.

Así que esta soy yo, al ver a mi madre y el lindo chico que me besó, tuve altas espectativas sobre mi apariencia y esto las solventa perfectamente; ahora mismo la lógica me dicta que una chica quiso lastimarme, pero aún no sé si el ataque iba dirigido a mi padre, lo sabré en breve.

Se viste y sale del baño, para ver a su madre sola, esperandola con el oso de Lily entre manos -- Amm... ¿Partimos? -- dice sonriendo.

-- Claro, vamos -- comienza a caminar hacia la salida con Eli siguiéndole -- ¿Segura que estás bien cariño? ¿Quieres que pasemos comprando algo de comer? Supongo que tienes mucha hambre -- dice buscando algo en su bolso.

No debo dejar que sepa que un chico vino a verme, no sé que podría provocar eso.

Saca unas llaves y apreta el botón de un llavero para encender un auto deportivo negro que se encuentra ahora frente a ellas, le abre la puerta trasera a su hija -- Sube cariño -- Elizabeth se sienta y la madre sienta al oso en el asiento del copiloto, se acomoda, pone cinturón y entra en la carretera.

Tiene auto, lo que aumenta la posibilidad de que la mala intención, fuese dirigida a mi padre y que de casualidad yo hubiese ido en el auto saboteado.

En ese momento el olor a lavanda que inundaba el auto llegó a su nariz. Y dentro de ella cayó una gota.

Navegando Por Mis Lagunas Mentales (primera revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora