¿Te imaginas despertarte un día en una cama de hospital sin recordar aquello que por naturaleza hacías? Como hablar o moverte a voluntad; esa es la situación que Elizabeth tuvo que afrontar a sus tan solo 20 años, luego del suceso que casi se lleva...
Otro recuerdo, es un poco difícil saber cual será su detonador, pero me ayudará a saber más sobre mí y eso a su vez me ayudará a saber que pudo haber pasado, esta vez no fue mucho, sólo recordé el nombre de aquella chica delgada, no muy alta, de cabello castaño claro y con ondas, de piel blanca y muy bien arreglada, tiene un lindo estilo, su nombre es Kahlia, tal vez me brinde más información que este chico que parece sólo estar interesado en jugar un poco, preguntaré por ella.
-- Oye ¿Dónde están mi novio y Kahlia? -- pregunta de la nada.
-- ¿Tú novio? Me sorprende que lo llames así -- ríe -- se llama Charlie, le sueles decir Charles, Darwin o incluso Carlos por molestar, te recomiendo no confiar en él, nunca lo haces; está en Inglaterra en un taller de música, toca el violín, se fue para la primavera, debería haber regresado hace poco -- sorbe un poco más de su bebida -- Kahlia está tratando de conquistar a otro chico, suele desaparecer por unos días y regresar cuando logra su cometido, la veremos pronto, es muy guapa, no se le hará difícil -- la mira directamente atento a su respuesta.
-- Esa es más información de la que pedí -- retira la mirada y mueve nerviosa su batido con el popote.
-- Es exactamente lo que me pediste, no me importa lo que tus labios digan, te conozco -- tomandola por la barbilla y haciendo que lo vuelva a ver.
Cada vez pienso más que él es muy peligroso, porque darme esa información extra añadiendo que yo nunca confío en mi novio en el mismo parrafo en el que me dijo que está muy lejos desde hace un par de meses ¿Acaso quiere que piense que es una cuartada perfecta y que alguien trató de asesinarme mientras el estaba lejos? No le daré el gusto de pensar justo lo que quiere, si es mi novio es por algo...
Algo vino a su mente como un chispazo.
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¡El chico del hospital! ¿Quién diablos es? Y más preocupante ¿Quién le avisó que yo había despertado? ¿Podría ser que...? No, no debo creer lo que este chico quiere, aquel era sólo un acosador (suspira) eso espero.
-- ¿Qué pasa Eli? ¿No le crees a tu amigo de la infancia? -- sostiene una sonrisa de oreja a oreja.
Me es imposible ganar aquí, debo cambiar completamente el ambiente.
-- ¿Podrías llevarme a las oficinas de la policia de San Francisco por favor? -- dice en un intento de escape.
Sé que no debería volver a subirme al auto con él, pero el chico no es tonto, es imposible que intente algo raro después de que mi madre, su madre y los de esta cafetería saben que estoy con él.
-- Claro -- se siente victorioso, se levanta y extiende una mano hacia la salida -- Después de usted mi lady -- Elizabeth se levanta, sale del lugar y se sube a aquel auto deportivo con el chico de la barbilla fina.
En el camino no hubo más que un silencio incomodo, afortunadamente las oficinas estaban no muy lejos.
-- Espera aquí -- dice molesta saliendo del auto y cerrando la puerta con fuerza.
-- ¿En serio crees que te dejaré ir sola? -- sale tras ella, pero Eli ignora su presencia; entra a las oficinas y se dirige a la recepción.
-- Hola, soy El...
-- Señorita Monroe -- es interrumpida por una joven recepcionista -- es un honor poder conocerla -- dice exaltada mientras le extiende la mano en solicitud de un saludo, Eli estrecha su mano y sonríe un poco incómoda -- ¿Qué puedi hacer por usted? -- dice emocionada.
-- ¿Hay aquí una oficial que se apellida Colson? Del departamento de inteligencia -- Pregunta.
-- No hay un departamento de inteligencia, pero si una oficial Colson de la agencia central de inteligencia -- dice mientras busca en su ordenador.
Criss toma a Eli del brazo y la acerca un poco a él -- Ya me parecía extraño, es de la CIA, ellos no te quieren ayudar, sólo quieren que trabajes para ellos, harían lo que sea por tenerte -- susurra el chico.
Se separa de un tirón y le dice viéndolo directo a los ojos -- Aún no tengo razones para confiar en ti -- esto fue muy doloroso para él.
-- Continúa si quieres, no te preocupes, no diré que "te lo dije" -- suspira algo decepcionado.
Eli vuelve a ver a la recepcionista -- Disculpa, mi amigo es un poco desconfiado ¿Puedo ver a la oficial Colson? -- pregunta con una sonrisa amable.
-- Claro, claro, sólo suba al cuarto piso, son las oficinas privadas, la "4G" es la que ocupa la oficial en estos momentos -- señalando al ascensor.
-- Muchas gracias -- camina a paso acelerado y llama al ascensor -- Dime ¿Por qué me dejan pasar tan fácilmente a unas oficinas privadas? -- le pregunta a quien aún la sigue.
Suspira -- ¿No es obvio? Eres una detective prodigio de nuestra generación, eres el az bajo la manga del FBI, tienes a la policía y a la mafia en tus manos y ¿Te sorprende que te dejen entrar a unas oficinas? -- dice en voz baja y un poco desanimado.
El ascensor se abre, entran sólo ellos y presionan el botón que los llevará al cuarto piso -- ¿Cómo voy a tener a la mafia en mis manos? -- pregunta incrédula.
-- Los hackeaste, obtuviste la información de cada uno de ellos, sus transacciones, negocios; podías destruirlos mandando eso a la policia, pero tú querías más que eso, eres muy ambiciosa querida Eli -- dice aún decaído.
-- ¿No podían sólo desaparecerme? -- dice aún con muestras de inseguridad.
Ríe -- Es fácil decirlo ¿No? ¿Acaso crees que no lo intentaron? -- dice aún entre risas -- más de una vez, pero eres muy astuta -- le confirma.
-- ¿Qué estaba buscando en ellos? -- dice extrañada.
Ríe a carcajadas -- te la creíste, no puedo creer que en serio de la creíste, hubieras visto tu cara -- dice entre carcajadas y un par de aplausos para luego señalar disimuladamente un vidrio polarizado tras ellos que al parecer ocultaba una cámara.
-- ¡Eres un tonto! -- gruñe para seguir la corriente, mientras se abren las puertas del ascensor.
