Sentí como caí de golpe en el agua fría, todo mi cuerpo entró en el agua y no lograba encontrar alguna parte de donde apoyarme, inconscientemente comencé a inhalar el agua, cada vez era más, comencé a desesperarme e intenté sostenerme de algo, mientras intentaba flotar sentí como unas manos agarraron mi cintura y me subieron, dejando una gran parte de mi cuerpo fuera del agua, empecé a toser descontroladamente. Julian volvió a agarrar mi cintura con fuerza y me sentó en las escaleras de la piscina, que se encontraban detrás de mi.
—Pequeña, ¿estás bien? Pensé que sabias nadar, lo siento. –Me abrazó y comenzó a darme pequeños golpes en la espalda, aún yo no dejaba de toser.
Unos minutos después me había estabilizado y nos encontrábamos sentados en las sillas frente a la piscina, el seguía disculpándose conmigo, pensando que tenía la culpa de lo que había sucedido hace un rato.
—De verdad lo siento, yo-Lo interrumpí.
—Basta, tu no tienes nada de culpa por lo que acaba de pasar, la culpa fue mía por no decirte que no sabía nadar, yo me disculpo por hacerte pasar un susto hace rato.
El suspiro derrotado y me dio la razón. —Pues creo, no se si quieras, pero debería enseñarte a nadar. –Se ofreció.
—Oh, claro, pero esta vez dime que parte de la piscina no es profunda, por favor. –Reí, entramos a la piscina y el comenzó a enseñarme, me sentía como una niña ya que recordé cuando recibía clases de natación a los 7 años.
Flashback:
Vamos hija, tu puedes. –Mi mamá me alentaba desde un lado de la piscina. Ahí estaba yo parada del otro lado, llorando desconsolada porque era mi turno de lanzarme al agua.
Llevaba mas de un año en esta clase y todavía no había aprendido a nadar. Dentro de la piscina estaba uno de los profesores de natación que agarraba a los niños que aún no habían aprendido cuando llegábamos a mitad de año.
Pero para mi, al parecer esos profesores ya se habían rendido conmigo, me imagino que me veían como un caso perdido así que solo metían un tubo de metal dentro de la piscina y yo tenía que encargarme de agarrarlo cuando estuviera dentro del agua.Aún llorando y sin pensarlo dos veces me lancé al agua, por lo que recuerdo estaba mal ubicada al momento de lanzarme, porque me terminé pegando en la frente con el tubo que se supone que tenía que agarrar.
Tuve un chichón en la frente, podía sentir como palpitaba.
Fin flashback.
Aproveché para contarle esa historia a Julian mientras me enseñaba a como nadar, el solo se reía de mi.
***
—Aprendiste algo por lo menos, pero todavía te hace falta practica. –El dijo, sentado en la silla frente a mi, mientras comíamos los doritos que el compró en el camino.
—Tienes razón.
—Oye, tengo una idea. –Me miró sonriente.
—Cuentame, soy toda oídos. –Subí mis piernas a la silla donde estaba sentada y las abracé, recosté mi barbilla sobre mis rodillas y lo miré.
—¿Te gustaría si vamos a mi casa? Allá están mis hermanos, los tres estamos en la banda que te comenté y vivimos juntos.
—¡Me encantaría! –Dije emocionada. –Solo dame un rato para cambiarme y listo, nos vamos. –El asintió con la cabeza, agarré la bolsa donde estaba la ropa con la que había llegado al lugar y mi bolso. Fui al baño, tomé una ducha rápida y me cambié, guarde el traje de baño en su bolsa y saqué mi labial, apliqué un poco en mis labios y volví a guardarlo. Aproveché para sacar mi celular y revisarlo, vi la hora (eran las 16:30 hrs.). Tenía dos mensajes de Alejandro:
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¿Un niñero?
Teen Fiction"Es tu voz, es tu magia y tu locura." Madisson, tiene 17 años. Alejandro tiene 21. Ella suele tener problemas con sus padres y compañeros. Ella ya no está bien. El tiene mucho tiempo libre. Ella no quiere un niñero, y el solo...